❝Haven, ¿no es eso un peligro de incendio?❞
❝No, tú eres un peligro de incendio.❞
LUZ. | Draco Malfoy.
En el que Haven Potter era su luz al final del túnel.
𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂
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Haven se recogió en su asiento, mirando al profesor Carrow mientras paseaba por la habitación, explicando la lección del día a los estudiantes. Defensa Contra las Artes Oscuras solía ser una de sus clases favoritas, era emocionante aprender diferentes hechizos que podría tener que usar en el mundo real. Definitivamente también era útil actualmente, considerando la situación en la que se encontraban. Sin embargo, desde que Umbridge se había hecho cargo de la escuela durante su quinto año, Haven había perdido casi todo interés en la clase. La mujer se lo había arruinado, sin mencionar lo poco divertida que se había vuelto la clase en los últimos eventos. De hecho, no pudo nombrar una clase que realmente disfrutó mucho ese año. Todo era tan... aburrido.
"La Maldición Cruciatus es uno de los hechizos más peligrosos que puedes lanzar", explicó Carrow, y Haven se tensó, sintiendo a dónde iba con su lección. "¿Alguien sabe por qué?" Todos sabían por qué, sin embargo, nadie se molestó en levantar la mano para responder. Los hermanos Carrow eran los que estaban a cargo del castigo, y todos estaban aterrorizados de siquiera hablar con cualquiera de ellos. Miró alrededor de la habitación, levantando las cejas en falso shock. "¿Nadie sabe lo que hace la maldición? ¡Longbottom! Estoy seguro de que lo sabes, ¿no? Fue la maldición que se usó para torturar a tus padres para obtener información. Unos cobardes, debo agregar".
La mandíbula de Neville se apretó a su lado, y Haven movió sutilmente su mano a su muslo, diciéndole en silencio que se calmara. Obedeció, dejando caer su mirada hacia el profesor, aunque su cuerpo no se relajó en absoluto, todavía estaba completamente tenso. "Conozco la maldición, señor".
"¡Excelente!" Carrow aplaudió emocionado. "¿Por qué no vienes aquí y nos enseñas lo que hace?"
"¿P-perdón?" Neville tropezó con sus palabras. "Eso es ilegal, profesor".
"¿Crees que me importan las leyes?" Carrow estalló, haciendo que todos se encogieran en sus asientos. La mano de Haven instintivamente avanzó poco a poco hacia su varita y apretó los dedos alrededor de ella por si acaso. Carrow desapareció repentinamente en su oficina, antes de sacar a un niño pequeño, y su corazón se hundió. Se estremeció en el agarre del hombre mayor. Un primer año. "Longbottom, ven aquí y practica la maldición en este estudiante. El resto podéis seguir sus pasos una vez que haya terminado".
"Estás loco", acusó Haven. "Ninguno de nosotros va a participar en esta locura".
"¿Le gustaría repetir lo que pasó la última vez que habló en mi clase, señorita Potter?" Cuestionó, escupiendo su nombre como si fuera veneno. Tragó saliva, su exterior valiente cayó mientras se sentaba de nuevo en su asiento. Sus ojos se dirigieron inconscientemente a la cicatriz en su antebrazo, un recordatorio de lo que había estado hablando Carrow. "Longbottom. Ahora."
Neville se puso de pie, con los hombros tensos, pero no hizo ningún movimiento para caminar hacia el frente del salón de clases. "No", dijo con firmeza. "Eso es absurdo."
