MERECE LA PENA

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Crecí en el momento en el que vi el abismo al que me enfrentaba, y ante el miedo, fui totalmente capaz de expresar todo lo que sentía, a sabiendas de que podía doler mucho más fuera, que dentro de mí. Soy fiel creyente de que algo no es verdad (del todo), hasta que haces que sea verdad para alguien más que para ti. Justo cuando lo compartes y lo exteriorizas con un tercero, que puede estar directamente implicado o no necesariamente. En ese momento no hay marcha atrás y no hay alturas que asusten, es un tiro al vacío, a pesar de que ese mismo tiro, pueda dejar de ser al vacío, por ser directo al pecho.

En mi caso, así fue.

Qué bonito es sentir y poquito nos atrevemos a hacerlo. Pero es que muchísimo menos a expresarlo y a ponerle a cada sentimiento su correspondiente título. Nos empeñamos en encerrar y tapar todos esos sentimientos que son totalmente irreprimibles y tarde o temprano van a salir, no te compliques. Solo puedo aconsejar, que te lo quites de encima cuánto antes. Compártelo, que el tiempo que pase, irá a proporción con el peso que deberás sobrellevar, es decir, en tu contra. Da igual con quién y cómo pero sácalo. Aunque asuste, lo único que vas a hacer con eso es liberarte, confía en mí. Por mucho miedo que dé desnudarte emocionalmente, nada pesa más dentro de uno que aquello que llevas tú solo. La soledad es mala acompañante de todos los capítulos de tu vida, lo tengo claro.Pero eso si, toda aquella confesión de algo que te presionaba dentro, debe de ir a la persona correcta.

Esa con la que tengas claro qué va a usar esa información con la única finalidad de ser un soporte para ti. De lo contrario, esta información puede ser una arma arrojadiza para próximos enfrentamientos.

Y Cuidado, que duele mucho.

No sé cómo estaré el día que se lea esto, pero lo que si sé, es que ese día estaré igual de orgullosa de lo que sentí, como lo estoy ahora. Me rompieron el corazón de nuevo, sin previo aviso, de una y sin ni siquiera yo saber que estaba sintiendo algo parecido a eso, pero estoy completamente agradecida de que me lo hiciera sentir.

Yo, que estaba completamente negada a sentir, da igual el qué y cómo, pero a sentir. De repente asumí que había sentido por quién jamás había imaginado y de la manera que lo hice. Asumí que iba a doler más que nunca, pero eso ya era eterno, no había marcha atrás. Prometo que yo en la vida había sentido algo parecido a eso y cuando creía que lo había sentido todo... me encantaría explicarlo, pero no puedo.

Ojalá algún día sientan por ti todo lo que yo sentí, porque te mereces acelerar todo aquello que toques.

Me quema el pecho cada vez que lo pienso, pero he de decir qué si echara el tiempo atrás y pudiera elegir evitar todo esto, jamás lo haría. Por mucho vértigo que me diera pensar en el salto al vacío que suponía eso.

Siento mucho la putada que te hice, cuándo compartí contigo lo que me pesaba dentro, te aseguro que si fue en ese momento es porque no pude más conmigo misma.

Aunque llegase demasiado tarde.

Y qué con mucha certeza confirmo que es la situación más difícil que me ha tocado vivir, por lo menos hasta el momento. No conscientemente, pero sí de manera irracional.

No sé como ni cuando empezó, pero todos mis sentidos se conectaban en uno y el puto punto de unión entre ellos, eras tú . Yo contigo podía ser muda de vista, sorda de olfato, hasta ciega de gusto. Pero adivina cuál era el que no me fallaba nunca. Correcto el tacto. Y me atrevería a decir que si ese me hubiera fallado, de otra cosa estaríamos hablando ahora mismo.

Dime tú si has sentido algo así alguna vez, porque te aseguro que es literal. Y si lo sabes, porfa, dime si me va a volver a pasar.

Me has hecho sentir cosas que no sabía que existían, ante eso solo me queda decir.

No te preocupes, Merece la pena.

A flor de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora