SOBAR PEGAOS'

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Da igual cómo,

da igual dónde,

da igual de qué manera, porque no hay luz, ni se habla, ni prácticamente se escucha nada más que un par de alientos a revoluciones reducidas (o quizás no tanto) y por ende, todo se reduce a la piel.

No sé si la tuya, la del otro o la de los dos a la vez, pero la cuestión es volver a sentir el efecto piel con piel. Por lo tanto, la única importancia en ese momento (y en muchos otros) es con quién. Todo se vuelve a reducir a la persona.

No sé si es algo más personal, ya que no acostumbro a dormir con demasiada ropa, porque me gusta sentir en la piel, que nada me impide el contacto. Pero dormir con alguien no se puede comparar.

No todas las pieles se sienten igual, no todas vibran igual, ni todas hacen que se erice la tuya. Al fin y al cabo todos queremos volver a rozar con aquellas pieles que si nos hacen sentir.

No concibo que dos pieles se rocen y que no pase nada con las miles de conexiones que tenemos en la piel.

Evito a toda costa las noches en las que no siento nada, aquí no estamos para desperdiciar ni una de ellas, pero el cuerpo manda y los deseos tiran y mucho además.

Dudo que haya muchas cosas más adictivas que una noche de piel con piel.

No estoy segura de que todos sintáis las cosas en la piel como las siento yo y a pesar de que nunca lo estaré porque nunca sabré lo que sientes tú en tu piel, hay una cosa que sí tengo clara y es que lo que te acelera el corazón al tocarte es una adrenalina difícil de comparar casi tanto como de encontrar y que si te pasa, vas a repetir o a buscar repetir esa sensación aunque sea en otras pieles.

Muy desencaminada no iré cuando los "pre" suelen ser las partes favoritas para todos.

Llegados a este punto no sé si tienes idea de qué personas me han hecho sentir cosas en la piel, (que te aseguro que no son todas con las que he compartido espacio/tiempo) si sabes a qué me estoy refiriendo o ni si quisiera sé si lo has sentido tú alguna vez, pero lo que si tengo claro es que el día que te pase lo vas a saber a ciencia cierta y vas a querer volver a toda costa con quien tú ya sabes.

Porque por muchas personas con las que podamos compartir la noche, al fin y al cabo,

siempre tendremos persona favorita,

con la que sobar pegaos'.

A flor de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora