4. Es un velorio, ¿Cuál es el chiste?

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No llegamos a la meta, así que seguimos con mis actualizaciones tardías y sin horario :>

*

AU.

*

El aburrimiento estaba matando a Meliodas, pero lo más seguro es que si se quejaba su madre lo asesinaba. Al menos no era el único aburrido, Zeldris y Estarrosa estaban igual o peor qué él.

Sacó su teléfono de su bolsillo con la esperanza de tener mensajes y distraerse con algo, pero no, no había ni un sólo maldito mensaje, ni una sola notificación aunque fuera del espacio lleno del teléfono. Ni sus amigos, ni su querida novia le habían enviado un sólo mensaje para saber si seguía vivo. Bueno, de Elizabeth era entendible, ella sabía en donde estaría él ese día. Justo cuando estaba a punto de guardar su teléfono, éste comenzó a sonar con el nombre de Ban en la pantalla.

Enseguida le atendió.

Hey, capi, ¿En donde carajos se puede saber que estás? Llevo media hora pegando gritos frente a tú casa junto al flojo de king —De fondo se pudo escuchar al nombrado quejarse. Meliodas sonrió. Sus amigos no se habían olvidado de él.

—Perdonenme esa, tuvimos que venir a un velorio de último momento.

Miró de reojo a sus madre que abrazaba a una mujer llorando y se alejó un poco al patio para poder hablar bien. No le gustaban los lugares deprimentes.

Oh, ¿De quién?

—No lo sé, el hijo de una prima lejana de mi madre o algo así. No presté mucha atención cuando me lo explicó, estaba más ocupado quejándome por no querer venir.

Bueno, mi más sentido pésame. Ojalá se mejore.

Fueron cinco segundos de silencio sin que ninguno dijera nada.

—Es un velorio —Hablo, un poco fuerte, por fortuna no había nadie en donde estaba. A veces (osea, casi todo el tiempo) no tenia mucha paciencia con su mejor amigo, pero es que, ¿Quién dice eso?—. ¡¿Cómo se va a mejorar?!

Bueno, bueno, ya, no hace falta que me grites.

—Perdón, tienes razón, es sólo que estoy algo estresado, no me gustan mucho este tipo de situaciones —Suspiro. La verdad era que los velorios formaban parte de los lugares que menos le gustaban en el mundo. Muy deprimentes para él, alguien que evita a toda costa las cosas triste y no es muy bueno expresando sus sentimientos. Estuvo un buen rato hablando con sus dos amigos que pasaban la mayoría del tiempo discutiendo, hasta que su madre enojada lo fue a buscar y tuvo que volver al estúpido velorio.

Volvió al lado de sus hermanos a, literalmente, pararse cómo una estatua mientras rezaba porque no se le acercara nadie llorando. Lastimosamente el destino siempre está en su contra y más de una persona llorando se acercó a ellos y tuvieron que consolarlos con algo de incomodidad.

Y lo peor, es que ahora ni con sus teléfonos podían distraerse porque su padre se los había arrebatado y ya no lo encontraban en ningún lado. ¿Se había ido? Y de ser así, ¿Hacia falta que se llevara sus teléfonos? O mejor aún, ¿No pudo sacarlos de esa pesadilla?

Así que Meliodas tuvo que recurrir a indagar en sus recuerdos.

Mientras veía a una señora de cabello rojo no pudo evitar recordar aquella vez cuando tenían doce años que Elizabeth, en un intento de rebeldía porque no le dejaban usar labial, a escondidas de su mamá se pintó el cabello de un rojo ligero y se cortó las puntas, pero no le había quedado muy bien, ya que se hecho demasiado y le quedó de un rojo más intenso que él de la señora, a parte de que se cortó muy mal el cabello y le quedó chueco, con mechones más largos que otros y varios demasiado cortos.

Por castigo, su madre la obligó a ir así a la nueva escuela las primeras dos semanas en las cuales todo el mundo pensó que ella y Liz eran hermanas, cuando ni de cerca son parientes. Después de eso su querida novia no se había vuelto a pintar el cabello y mucho menos a cortárselo.

Meliodas tuvo que evitar reírse en voz alta.

También le vino a la mente aquella vez que él y sus amigos estaban en la casa de Ban haciendo una noche de chicos. King se había enojado con ellos por sus múltiples burlas sobre no ser lo suficientemente valiente para declararse a Diane, pero ninguno le prestó real atención a ello. A la noche, cuando todos estaban dormidos, él tomó venganza. A la mañana siguiente Meliodas despertó con la cara pintada con marcador permanente y Ban sin cejas. Después de ello no lo siguieron molestando... Tanto.

Inmediatamente a su mente llegó también aquella vez que su hermano, Zeldris, estaba tan desesperado por darle un gran regalo a Gelda por su primer año de novios juntos. Había preparado un montón de sorpresas para ella ese día, lastimosamente eso no salió nada bien. Las luces que había puesto se quemaron dejándolos en lo oscuro, por no poder ver terminó metiendo el pie en el chocolate y cayó encima del resto de la comida, y aparte los fuegos artificiales explotaron en el suelo y casi quema la casa.

Suerte que Gelda estaba realmente enamorada de él.

También recordó el día que Estarrosa y él hicieron una competencia para ver cuál de los dos cocinaba mejor. Cabe aclarar que eso también salió muy mal. Para empezar, tenían diez años y apenas sabían encender la cocina. Meliodas quemó un trapo de la cocina y Estarrosa tropezó encima de los huevos. Meliodas tiró la harina al suelo y Estarrosa quemó le agua hervida. La mezcla de Meliodas quedó de color marrón oscuro con trozos verdes y la de Estarrosa verde con trozos marrones.

Y se suponía que hacían un pastel de vainillada y glaseado de fresa.

Y además, a los tres segundos de meterlos en el horno la casa estaba llena de humo, el horno estaba incendiándose y Zeldris se había desmayado por el olor.

Sin querer, Meliodas estaba riéndose en voz alta, ganándose la mala mirada de casi todos allí y que Estarrosa y Zeldris se alejaran lentamente mientras juraban no conocerlo. Su madre lo fulminó con la mirada y fue entonces que fue consciente de haber estado riéndose. Inmediatamente se calló y bajo la mirada avergonzado. De todas las estupideces que él pudo hacer estando en un velorio tuvo que reírse como loco y sin nada realmente gracioso alrededor para excusarse.

Ésta sería una noche muy larga y aburrida.

*

No sé porque pienso que él sería esa persona que se ríe en los velorios y todos lo quieren matar por eso.
No creo que se ría por malo, sino porque se acordó de algo divertido, olvidó en donde estaba y se empezó a reír xd
—Trejo285

*

Cortito.

Deja un puntito aquí si tú también harías lo mismo que Meliodas:

Y otro acá si también te has desmadreado el cabello cómo Elizabeth xD:

Cada comentario es un minuto menos para que Meliodas pueda irse de allí.

Y cada voto es un «Quiero más cosas random de Meliodas.»

Nos veremos mañana en Relatos de una madre primeriza uwu.

Bye, bye.

LittleStar.

M de MeliodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora