7. El desastre de Halloween.

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AU.

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Escena I.

Meliodas guardaba en su mochila una linterna por si se iba la luz, una botella de agua por si le daba sed, una camisa por si se ensuciaba la que tenía puesta, un tupper con galletas por si le daba hambre a petición de su abuela, un libro por si se aburría, varios juegos recién descargados para entretenerse y una piedra con una cara pintada que le daba buena suerte (Bueno, eso creía él, ¿Pero quienes somos nosotros para juzgar, eh?). Una vez cerrada la mochila se la guindó al hombro y dio media vuelta para ir a la puerta, pero se encontró con su hermano menor allí parado.

—¿A donde vas? —Preguntó curioso el pelinegro viendo la mochila de Meliodas—, ¿Vas a ir a quedarte en casa de tus amigos?, ¿Puedo ir?

Meliodas tragó saliva.

—Eh... No. Voy a ir con mis amigos a visitar el cementerio, verás, queremos vivir la experiencia de halloween antes de irnos oficialmente a la universidad, así que... No, no puedes venir —Zeldris inmediatamente fruncio el seño e iba a protestar, pero Meliodas se le adelantó y habló primero—. Yo sé que tú no le tienes miedo a nada, Zel, porque tú das más miedo que cualquier otra cosa de halloween, pero te recuerdo que aún tienes dieciséis, eres menor de edad, ni aunque le rogara mamá no te dejara ir a un cementerio el día de halloween toda la noche con unos adolescentes despreocupados.

Zeldris entrecerro los ojos y le susurró:

—Esto no se va a quedar así.

Y Meliodas tragó saliva ante la amenaza, su hermano de verdad que daba miedo.

Escena II.

Meliodas dejó la bicicleta en el suelo de la entrada del cementerio donde sus demás amigos lo esperaban. Allí, Escanor, disfrazado de Gomez Addams, sostenía su mochila y la de su novia, Merlín, quién iba de Morticia Addams, Diane, que iba de la princesa Daisy, y King, que iba de Luigi, miraban los alrededores con miedo, Gowther, vestido de ¿Fantasma? Bueno, tenia una sabana encima así que solo se podía suponer eso, estaba demasiado indiferente a todo, y Ban, disfrazado de o vagabundo o de Shaggy, se comía una hamburguesa sin cuidado alguno (Si, creo que shaggy).

Oh, ¿No se mencionó? Cabe destacar que Meliodas iba disfrazado de Vampiro (dracula, para ser más exactos).

—¿Listos para vivir nuestra experiencia de Halloween?

—Hubiera preferido vivirla desde mi casa sólo viendo una película de terror, gracias —Ignorando el comentario de King, todo el mundo se adentro al cementerio, el cual era alumbrado a cada cierta distancia por unos poste de luz, pero varios de ellos apenas alumbraban o se apagaban y encendían a cada momento. El cementerio, como era de esperarse, estaba sólo, con uno que otro búho o perro callejero por allí, incluso un par de gatos pasaban por allí. El grupo iba tranquilo charlando sin saber que alguien o algo más los estaba siguiendo desde las sombras.

Escena III.

—Ojala Elaine hubiera aceptado venir, pero dijo que ella acepto ir a la fiesta conmigo, más no al cementerio —Se quejaba Ban—. Tuve que dejarla a ella, a Gelda y a Elizabeth en casa de Verónica para la pijamada que tenían planeado hacer con películas, comida y chismes. Uf, aburridas.

—Yo si hubiera preferido la pijamada —Se lamentó Diane en voz baja intentando ignorar que estaba sentada en una tumba—. ¿Y usted porque no convenció a Elizabeth de venir, capitán? Al menos con ella aquí tendría apoyo femenino.

—¿Y yo que soy? —Dijo Merlín, frunciendo el seño indignada.

—Tu no cuentas.

Meliodas rodó los ojos y procedió a responderle a su amiga pelimarron.

M de MeliodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora