Un padre soltero que odia a los alfas. Un reconocido Dj que se enamoró a primera vista de un hermoso chico en una fiesta.
¿Qué podría salir mal?
-¡Yo puedo ser el otro papá!
YoonMin
M-preg
Omegaverse
Family found
Estaban tan cerca que incluso alcanzaba a percibir el aroma dulzón del licor que el menor había bebido, quizá hasta podría atreverse a afirmar que se trataba de vodka con algún fruto rojo, tal vez algo como cereza, pues le encantó la mezcla con el olor natural del omega como si de alguna manera estuvieran hechos para combinarse y volver loco a su alfa interno.
No quería precipitarse, a pesar de los intentos desesperados de su lobo por romper la distancia, aunque realmente era tan escasa que podía contarse en milímetros, así que, guió sus dedos a través de los brazos ajenos, sintiendo la seda de la prenda bajo su tacto.
Nunca separó sus ojos felinos de los almendrados, pues quería percibir cada mínima reacción y grabarla a fuego lento en su memoria para no olvidar nada, ni un solo detalle.
Sus manos treparon entonces hasta el cuello pulcro del omega, para cerciorarse de que no tenía marca alguna, a pesar de que no encontraba su olor combinado con ningún otro, quería asegurarse, y le acarició muy lentamente, notando como la sonrisa del rubio acrecentaba a cada segundo.
Y había una chispa centelleante, bailoteando en la mirada del omega que mantenía a Yoongi moviéndose con prudencia,con suma precaución pues se sentía como si el lobito menor estuviera tramando una travesura y el alfa fuera su presa.
—Me pregunto si tus labios son igual de dulces que tu piel, cachorro— dijo el mayor, delineando con su pulgar el belfo inferior, robándole un jadeo audible.
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—¿Quieres comprobarlo?— preguntó ladeando la cabeza, en un tono descaradamente coqueto, que erizó los vellos de su nuca en un segundo, jugando con el cabello del mayor a su alcance al mantener sus brazos alrededor de su cuello.
—Eso me encantaría— contestó, acercándose pero Jimin fue más rápido, e interpuso su mano entre sus bocas soltando una risita, obteniendo una mirada confusa por parte del mayor.
Fue entonces que se tomó realmente su tiempo para admirar al alfa concienzudamente por primera vez, sin temor a parecer un desvergonzado, pues el alcohol en sus venas le daba el suficiente valor para hacer cualquier cosa que en sobriedad jamás se atrevería, notando asi, que el mayor tenía un muy buen cuerpo, tal vez demasiado, tanto que no pudo evitar morder sus labios al imaginarlo debajo suyo...
