«Seré breve. Sabes que estoy acostumbrado a cierto tipo de vida y mi padre siempre ha sido consciente de ello. No hay que ser un genio para saber que Rhett te quiere cerca y te dejará todo cuando muera, cree que contigo puede hacer un mejor trabajo del que hizo conmigo y en eso no me pienso entrometer. Pero también debes saber que soy su único hijo y eso me convierte en heredero único de todos sus bienes. No pretendo pelearte ninguna herencia, sé muy bien que no quiero hacerme cargo de los negocios, lo que no se es si tu estas al tanto de que recibo un subsidio mensual y bueno, con este quebranto de salud, es lógico que me pregunte si él lo tendrá estipulado para cuando falte, básicamente esa es la razón por la que te cité. Quiero saber, si cuando suceda lo que es inevitable, ahora o en años, yo seguiré recibiendo mi depósito. Tienes mi palabra de que no me voy a entrometer en nada, sé que tu madre hizo un buen trabajo contigo y eres un chico inteligente y con valores y no serías capaz de dejarme en la calle.»
—No te lo puedo creer. ¡Que huevos!
—Yo sabía que no iba a salir bien, pero no me esperaba esto la verdad.
—Logan, el tipo solamente vino para hablarte de su dinero, ni siquiera le importa la salud de su propio padre. Es un asco de ser humano. Pero a todo esto ¿Tu que le dijiste?
—No le he dicho nada, estoy en el baño. Solo me excusé y me vine a meter aquí para contener las ganas de golpearlo.
—Sabes que eventualmente tienes que salir de allí. ¿Quieres que vaya?
—No. No tendría sentido. No quiero verlo Alex, no quiero hablar más con él. Fue un error venir.
—Lo siento, si hubiera sabido que era para semejante cosa, no te hubiera animado a ir.
—En el fondo yo quería saber que tenía que decir y no debí, no es tu culpa.
—¿Qué hago? ¿Cómo te ayudo?
—Ya me estás ayudando bastante, aunque no lo creas. Voy a salir y terminaré este estúpido encuentro de la forma mas civilizada posible, te llamo nuevamente cuando esté en casa.
—Cuidate mucho.
Con esas últimas palabras, corté la llamada. Logan estaba cenando con Robert y aunque él dijera que no era mi culpa, la verdad era que yo le había insistido mucho en ese encuentro, en el fondo porque esperaba que pudiera intentar construir una relación, aunque fuera cordial con su padre y porque todos nos merecemos conocer a las personas que nos procrearon.
Me acerqué nuevamente a la mesa, donde estaba toda mi familia cenando y aunque fingieron por unos segundos indiferencia, no pudieron evitar cuestionarme por mi repentino olvido de la regla de no atender teléfonos en la cena.
—Supongo que era de vida o muerte esa llamada —dijo mi padre.
—Una disculpa, no vuelve a pasar. Tenía que atender —respondí viendo a todos.
Ellos me miraron con la pregunta en sus caras y no tuve más remedio que contarles, eso sí, sin mucho detalle. Omití partes como el apellido de los involucrados y solo dejé información muy general, al final todos hicieron esa mirada de lástima que esperaba que Logan nunca tuviera que ver jamás. Alberto ofreció su ayuda en caso de que requiriera consejo legal y yo le agradecí aclarando que en realidad prefería mantenerme al margen y solo apoyarlo como una buena amiga y el tema de Logan murió ahí. Lo malo fue que empezó otro mucho más desgastante para mí.
—Alex, cariño. Sigues tu. Ya tienes un par de semanas de vuelta en casa y no podríamos estar más felices. Pero queremos saber cómo estas —mamá se colocó una mano en el pecho. —ahí te lo dejo, continua...
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Cuestión de Tiempo
RomanceAlex nunca se atrevió a cuestionar sus sentimientos, Logan nunca tuvo miedo de entregarlo todo, hasta que conoció a quien no necesitaba nada, pero merecía todo. Ambos estaban perdidos y no lo sabían, hasta que se encontraron. Aprender el uno del o...