Capítulo 11

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CORREGIDO*

Solo quien ha tenido una buena resaca moral puede comprender lo que se siente despertar ignorando como llegaste al lugar donde estás. Cuando abro los ojos y hago intento de estirarme, siento el calor de otro cuerpo al lado del mío, rápidamente concluyo que no es Jaime, porque hace mucho que superamos la etapa de dormir abrazados y de todas maneras no importa cuánto desee hacerme la loca, sé perfectamente a quien le pertenece ese cuerpo cuando empiezo a sentir nuestras extremidades entrelazadas. Uno de mis brazos está debajo de mí y el otro lo rodea por la cintura, mientras que una de mis piernas está enrollada en medio de las suyas. Por cómo se siente todo, sé que mi cabeza se descansa en su cuello, y su brazo derecho rodea mi cabeza desde debajo, hasta dejar caer sus dedos en mi cabello.

No estoy muy segura de que hacer, entre mis opciones están: hacerme la dormida, intentar moverme muy despacio evitando despertarlo o simplemente levantarme rápido y que sea lo que Dios quiera. No llego a decantarme por ninguna porque al mismo tiempo el cuerpo de Logan se mueve y sé que esta despierto, desconozco si él consideró opciones, pero hace la segunda de las mías mientras que yo finjo estar dormida aún.

Una vez que la puerta del baño se cierra, me muevo para tomar una postura menos confianzuda y acomodarme el vestido cuando veo la pantalla de su celular encenderse, veo que lo están llamando y por lo que se puede ver desde acá es una chica rubia con pecas, que tiene un aspecto odiosamente perfecto y se llama Kate. Después de dos llamadas sin respuesta Kate parece darse por vencida y yo decido al mismo tiempo que debo dejar de fingir que sigo dormida, me siento en la cama, anhelando un café como nunca había deseado nada en la vida y empiezo a recordar cómo es que terminé aquí.

Definitivamente algo está mal en mí, no puedo simplemente ponerme y poner a otros en estas situaciones y seguir como si nada pasara, una cosa es que mi relación sea un desastre y otra muy distinta es que involucre a terceras personas en ello. Definitivamente tengo que explicarle a Luka que estoy haciendo aquí antes de que saque conclusiones idiotas o termine inculpando a Logan por algo. Por eso, tomo la sabia decisión de salir de la habitación descalza, con el vestido arrugado, con el cabello totalmente revuelto y del maquillaje ya ni hablemos, sin tan siquiera haber visto antes la hora.

Luka no está y sé que es un placebo el consuelo que siento, porque obviamente mi auto esta estacionado al lado del suyo y yo no podría entrar sin llaves, el único que tiene llave además de él, es Logan. Aunque mi amigo no me intimida en lo más mínimo y sé que no me haría reclamos de que hago con mi vida si no insistiera tanto en salvar mi relación, por alguna razón, Logan si le teme y mucho. Y ya ha sido suficiente la cantidad de problemas que le he causado directa o indirectamente para encima generar tensión en su nueva dinámica de compañeros de casa.

—Buenos días —dice Logan, sacándome de mi entumecimiento cerebral matutino.

Aparece en la cocina, invadiendo el espacio con su olor a fresco, el cabello mojado, una camiseta blanca de cuello redondo, unos jeans desgastados y unos tenis converse. Yo no puedo hacer otra cosa que mirar mi propio atuendo y morirme de vergüenza por mi aspecto desaliñado y desastroso.

—Buenos días ¿café? —pregunto, ofreciéndole la taza que estaba sirviendo para mí.

—Dijiste la palabra mágica ¿Cómo te sientes? —pregunta mientras busca algo de comer en la cocina.

—¿Vamos a empezar con las preguntas difíciles desde temprano? —respondo.

—Bueno, te cambio la pregunta ¿Qué tal la resaca?

—Misma pregunta, diferente ejecución... Solo diré que mal, me está matando —contesto mientras me masajeo las cienes.

—¿Sabes que te haría muy bien? Una ducha.

Cuestión de TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora