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Karina llegó más tarde, cuando Christopher y Minho estaban en el patio trasero, bebiendo y platicando como si se conocieran de la vida.

—¡Chris! Lamento hacerte esperar, tuve que salir temprano con Chaer.— se disculpó la chica sentándose a un lado de los presentes.

—Oh, tranquila, no esperé mucho.— y mentía, pues realmente fue un lapso de tiempo largo, pero a lado del cenizo, el tiempo parecía volar.

—Veo que Min estuvo contigo, ¿ya le dijiste?— mencionó extasiada por la nueva noticia.

En cambio, Christopher tembló, pues realmente lo olvidó por completo, eso era lo que le debía decir a Minho. Nervioso, miró al chico, que los miraba interrogante pero al mismo tiempo serio.

—¿Qué me debes decir, Christopher?

Carajo. No sabía que aquellas palabras tan estúpidas lo harían arrepentirse tan rápido, sentía las manos sudorosas y el cuerpo temblando, solo era una simple noticia, no había porque ponerse así.

—Hum... verás, Karina y yo...

—¡Estamos saliendo! ¿No es eso genial, Min?— Karina parecía brincar desde su lugar, el simple hecho de recordarlo la ponía contenta.

Minho sonrió con orgullo, pues le gustaba ver a su hermana feliz, sin pensar en un momento que por otro lado, Christopher estaba perdido, se había “enamorado” en el lugar y momento inadecuado, y quizá, con la persona también.

El cenizo no pensaba en la posibilidad de que Chris gustase de él, pero eso carcomía al mayor por dentro, el no poderse expresar porque él se había reprimido solo.

—Eso es genial, Ji, me alegro por ustedes, ¿papá ya sabe de esto?

—No... quizá deberíamos decirle, ¿no crees, Chris?

El mencionado estaba en su mundo, pensando en todos los errores que ha cometido y ese, ha sido el mayor de todos.

—Si... supongo que sí.— Christopher se levantó y recogió las botellas vacías que yacían en la mesa— si me disculpan, tengo que irme, nos vemos.

No podía estar ahí un minuto más viendo a Minho y su notable indiferencia, pero claro, ¿por qué debía interesarle él? Si él simplemente decidió salir con la chica por el miedo de que le gustase Min.

Desesperado, tomó el teléfono y buscó el número de Jisung y Changbin, necesitaba consejos porque él no los tenía. A los dos soniditos, el castaño contestó.

—¿Chris, qué sucede?

—Sung, la he cagado en grande, acabo de cometer una estupidez.

El mayor escuchó a Jisung hacer un sonido de confusión, también el estaba así.

—¿Por qué lo dices? No me digas que has atropellado a alguien, porque conozco un lugar en dónde...

—¡No! Sucede que le pedí a Karina que fuese mi novia...

—¡Eso es todo! ¿Y qué es lo malo?— aún sonaba confundido.

—Que descubrí que realmente el que me gusta es su hermano.

Si pudiera verlo, afirmaría que a Han le dio un paro cardíaco con solo escuchar las palabras contrarias, hubo un silencio que no se podría considerar incómodo pero sí dudoso.

—¿Hablas en serio?

—¡¿Por qué mentiría?! Me gusta Lee Minho, y ese es el maldito problema.— la culpa en su voz era notoria.

—Quizá deberías decirle lo antes posible a Karina que lo de ustedes no puede funcionar, supongo que la chica lo entenderá.— Jisung sonaba convencido— No puedes jugar con los sentimientos de las personas solo porque si.

—Lo sé... Sabré que hacer, espero, te dejo Ji, gracias.

ਏϊਓ

Toda la tarde la pasó pensando en Minho, en sus bonitos ojos y sus largas pestañas, en los lunares en su espalda y los pequeños tatuajes que se escondían en su torso, pensó en qué quizá le gustaba más de lo que pensaba, pero también pensó en Karina, en lo bonita que era la chica y su personalidad.

Estaba confundido, como si volviera a ser aquel adolescente ansioso por confesarse a alguien, se sentía estresado por toda la situación.

También por aquel mensaje que volvió a joderle la mente.

“¿Chris? Hum, soy Minho, Jackson quiere hablar contigo.”

Ni siquiera sabía cómo Minho había conseguido su número, pero no le importaba, el asunto con Karina era horrible.

No pensó más y tomó el casco y llaves que estaban en la mesa, necesitaba sentir algo más que estrés en su cuerpo, quizá el sentimiento de velocidad le gustaba, le ansiaba apretar las cosas, acelerar cada vez más y rebasar a los autos.

No estaba pensando correctamente, pero cada que intentaba olvidarse de todo, la imagen de Lee aparecía en su mente.

Pensar en él lo volvía loco, cada pequeño aspecto le encantaba pero le temía.

. ·ʚĭɞ 𝗳𝗮𝘀𝘁𝗲𝗿 ਏϊਓ | Minchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora