ਏϊਓ:𝟷𝟸

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—Jeongin nos ha invitado al estreno de su nueva película— habló Jackson con el café en la mano— quizá invite a Jinyoung.

Minho sonrió divertido, le gustaba la idea de que su padre buscase de nuevo el amor, pues desde que su madre había muerto, ella le había dado el permiso para volverse a enamorar.

"No desperdicies tu vida en una sola persona, tienes todo una vida por delante, comete errores, conoce a más gente", eran las palabras de la mujer.

—¿Puedo invitar a Lia?— interrumpió la hija menor.

—Por supuesto, ¿Por qué no invitas a Jungwoo, Min?

—Lo haré, quizá también le diga a Felix o Seungmin.

El desayuno solía ser el mejor momento del día, pues compartían las cosas que tenían planeadas para ese día.

—Por cierto, Jimin, ¿Por qué Christopher ya no está aquí cada tres segundos?— dijo Jackson riendo leve.

—Terminamos hace casi una semana, creí que ya lo sabías.

La sonrisa se le borró al instante al mayor, que parecía confundido por la repentina noticia.

—Oh, cariño, lo siento mucho, no sabía.

—Tranquilo, terminamos bien, quizá no éramos tan compatibles al final.

—Ya me estaba acostumbrando a su presencia, espero verlo pronto. — dio un sorbo a su café antes de dirigirse a su plato de waffles.

—Vaya que lo harás.— se burló la chica mirando a Minho.

Éste solo la miró sin gesto alguno, nada de nada, pero aún así, su interior estaba como el motor de un auto de carreras.

—Aún así... Tengo que decirte algo.

—Dime, Ji.

—¿Recuerdas a Minjeong?— Karina jugaba con sus manos por lo bajo.

Desde ese día, descubrió que realmente le gustaba Minjeong, y cuando le robó aquel beso, supo que sería su perdición. Aunque ella siempre se le insinuaba, Karina estaba algo cegada por la imagen de Chris.

—Claro que la recuerdo, ¿Qué sucede con ella?— ahora Jackson también estaba curioso.

El sonido del timbre los interrumpió, siempre en los mejores momentos los interrumpían.

—Iré yo.

Minho se levantó y se dirigió a la puerta, sin esperarse quien era la persona que estaba al otro lado.

—Jódeme, que no es cierto...— no lo creía, habían pasado casi siete años.

—Muy tentadora la oferta— soltó riendo— Hola de nuevo, Honnie.

ਏϊਓ

Un nuevo récord, siempre se superaba, así fuese una milésima de segundo, lograba avanzar más rápido, ni siquiera escuchaba a su alrededor, cada que estaba en la pista de olvidaba de todo, incluso de todos, solo se centraba en la satisfacción que le provocaba ganar.

Podía sentirlo en lo más profundo de su alma, la pista era sin duda su lugar favorito, apretando más y más, avanzando sin parar.

El aire dentro del casco parecía hacerce más caliente y se sentía sofocado, pero no podía parar, carajo, no quería hacerlo.

Al terminar de dar tres vueltas, se acercó hacia sus amigos, quienes le extendieron agua y una toalla pequeña para el sudor.

—Si que piensas ganar, eh, Chan.— Yeji se acercó peligrosamente.

—No me digas así, y si, se siente bien tener la victoria entre las manos.

—Escuché que habría un nuevo jugador.— interrumpió mirando fijamente a la otra chica que también estaba en la pista.

—¿En serio? Suena genial, supongo que entonces estará en la carrera de parejas.

Yeji pareció pensarlo, calculando el tiempo, dos minutos después asintió al ver que sus cuentas coincidían.

—Creo que se llama Seonghwa, no sé, los rumores aquí son tan confusos.

Chris pareció pensar, no conocía al chico y ya le intrigaba, platicó un rato más con Yeji hasta que volvió a la pista de carreras, imaginando cómo sería aquel desconocido.

ਏϊਓ

—¡Papá! Mira quién ha vuelto.

Los presentes voltearon curiosos ante el repentino grito, encontrándose con un chico alto de cabellos azabache.

—¡Madre mía que es Seonghwa!— se exaltó Jackson dando un brinquito involuntario— ¿Cuántos años?

—Han pasado siete... quizá ocho, realmente esperaba volver.

—Llegas en buen momento, estamos desayunando, cuéntame, ¿Qué tal es el extranjero?— preguntó Minho curioso mientras servía más comida.

El más alto sonrió ante la pregunta y comenzó desde el principio, contando todo a detalle, sin omitir parte alguna, con una sonrisa enorme en su rostro.

—De hecho, he venido de nuevo por dos, no, tres cosas.

—¿Cuáles son?— preguntaron los hermanos.

—Bueno, la primera es porque ya quería volver, hacían ya muchos años, la segunda es porque he terminado mi trabajo allá, y la más importante, estoy comprometido — alzó su mano izquierda y mostró el brillante anillo que adornaba su dedo anular.

—¡Woah! Eso es increíble, ¿Quién es el afortunado?

—Un chico que conocí por allá, se llama Wooyoung, realmente los dos queríamos que la boda fuese aquí.

Los relatos que Seonghwa contaba alegraban el desayuno, el chico tenía una actitud maravillosa a pesar de verse cansado.

—Uh, por cierto, ¿Recuerdan que conducía motocicletas?

Todos asintieron dudosos pero sospechando lo que saldría de su boca.

—Me inscribí en un sitio, uno en donde hacen competencias y esas cosas, realmente no sé cómo se llama, pero lo hice— se avergonzó ante su despiste.

—¡Ji! ¿No es en dónde Christopher compite?— Chaer interrumpió emocionada.

—Si hablas de Beatbox, sí, es ahí en dónde él va.

—¿Bang? ¿Christopher Bang?— su tono cambió a uno de completo entusiasmo, quizá demasiado.

—Si, ese mismo, de hecho me parece que tendrán una carrera pronto, quizá tú también entres ahí.

—¡¿Hablas en serio?! Realmente quiero conocer a Bang, lo conocí justo cuando tuve que irme.

Y así fue como su tema se desvió, por otro lado, Minho recibió un texto que lo sacó de su lado racional.

‹¿Te parece quedar? En la noche.›

Y bueno, no estaba demás contarle de la nueva visita aunque no lo considerase del todo necesario, con una sonrisa disimulada contestó rápido.

‹No. Dime la hora para dormir y no ir.›

Pero ambos sabían que eso era un sí.

. ·ʚĭɞ 𝗳𝗮𝘀𝘁𝗲𝗿 ਏϊਓ | Minchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora