2| Traición|

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[Contiene consumo de drogas y manipulación]

"Cuidado con quien depositas tu confianza, y más en este pueblo"

"Por lo que escuché, el perrito planea morder a su dueño"

"Decía que el patrón era un buen sujeto, pero se traía algo entre las manos. No lo sé, tío"

"Señor pollero, lo juro que no soy yo la de las malas intenciones"


Esas eran el tipo de cosas que escuchaba diariamente. Sabía que se le venía una, pero no sabía de dónde, ni cuándo, ni de quién. Pero tampoco les dedicaba demasiado tiempo a esas advertencias, ya que seguido a estas, siempre escuchaba estos otros comentarios.


"Lo quieren volver paranóico, patrón. Saben que usted es poderoso y lo quieren aislar."

"Pff... ¿No se supone que el perro ladra pero no muerde? Ellos son demasiada charla pero pocos huevos, ¿no es así patrón?"

"Le están mintiendo patrón, ¿Por qué haría algo como eso cuando usted es quien nos mantiene seguros? ¡La única verdad es que ellos vinieron y destruyeron toda nuestra huerta!"

"¡Claro que es ella, ya ha dañado la pollería! ¡Pero usted no se preocupe patrón, yo puedo encargarme de ella si así desea!"


Y es que, si bien tenía un par de dudas de vez en cuando, Génesis siempre le demostraba que estaba dispuesto a poner las manos en el fuego por él. No conocía de nada a los demás, lo más probable era que le estuvieran mintiendo en la cara ahora que le iba bien. Además, Génesis siempre había estado a su lado, desde los cimientos hasta el resultado final, dudar de sus palabras era como dudar de tu amigo de jardín.

Por eso, se permitía bajar la guardia con él. Podía dejar de lado su parte fría y cortante, y actuar de forma más natural y relajada. Génesis era de sus únicos amigos allí y se rehusaba a creerle a otro antes que a él, que los demás se la chuparan.

Tampoco podía preocuparse por esas cosas ahora, recién se inauguraba la pollería y tenía que estar atento al personal contratado. Tenía otros problemas a los que prestarle atención, como la pandillita esa de Auron, cuya única motivación era complicarle la existencia a través de robos idiotas o acosando a sus amigos >por suerte Génesis siempre lo ayudaba a lidiar con ese tipo de cosas<, y que venían más activos que nunca.

Ayer habían asaltado la pollería, por lo que Spreen, luego de una tierna insistencia de Génesis, decidió que ambos merecían un tiempo para relajarse. Les había dado el día libre a sus empleados y una recompensación por los problemas, a pesar de que estos le garantizaban que no había problema alguno, y cerró la pollería.

Génesis lo estaba esperando afuera con una par de canastas llenas de comida. Spreen no pudo evitar notar lo nervioso que se veía el de ojos marrones; jugaba con sus manos, mordía disimuladamente su labio y arrugaba su nariz de vez en cuando. Se acercó y lo saludó de manera tranquila, con la intención deshacerse de los nervios que poseía el contrario.

- ¿Qué onda, Génesis? ¿Estás listo para lo que sea que hagamos el día de hoy?

Parecía que el contrario no se había percatado de la presencia del oso, ya que dio un pequeño salto. La sorpresa pasó rápido y le dedicó una sonrisa a Spreen; sonrisa que enfermó y estremeció al híbrido de lo forzada que se veía. No le dio una segunda mirada y lo excusó con los nervios.

-Patrón, ¿Cómo va todo? ¡Yo estoy más que listo para el día que se avecina!

Las preocupaciones de Spreen se fueron cuando la expresión de Génesis se volvió más sincera, otra vez se repetía a sí mismo que no había porqué temer.

Días Plomos [Spreen - One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora