Las hermanas Camila y Elizabeth Cabello viven en un departamento en Los Ángeles. Una vive por la música y la otra vive de sus incertidumbres, pero a la vez tiene una pasión por el mundo de los comercios.
Lauren Jauregui, una madre joven de buen cora...
- Hermana, lamento arrastrarte hasta aquí, pero necesito verla y no quiero que Olivia sospeche de nada. Sólo quiero terminar esto que siento por Lauren.- Murmuré a Camila, incluso Sofía estaba con nosotras.
Nos encontrábamos en la puerta del club donde Lauren estaba entrenando para la pelea de mañana.
Camila: Espero que sea verdad y que terminarás con esto.- Respondió molesta.
Sofía: La verdad es que prefiero a Lolo antes que a esa bruja de Olivia.- Ambas la miramos con una mueca de desagrado y la menor se encogió de hombros.- Pero es la verdad. Entremos de una vez, par de tontas.- Y eso hicimos.
- Creo que voy a morir aquí.- Dramaticé un poco al ver a la ojiverde haciendo sus ejercicios. Cerca de ella estaba Ally entrenando a otras dos lindas chicas.
Camila: Yo también...- Murmuró.
Sofía: ¿Qué?- La miró con el ceño fruncido y yo igual.
Camila: Que... Que yo tambien creo que morirás, así que apresúrate o tu prometida te asesinará si te ve aquí.- Dijo riendo nerviosa.
Caminé hacia la parte descubierta del club y saqué mi teléfono. No pensaba perderme esta imagen de ella ejercitando. Si tenía que dejarla ir, al menos quiero un recuerdo.
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- Laur...- Dije nerviosa luego de tomar la foto con completo disimulo y ella me miró dejando esas cosas de ejercicio, que no tengo idea que eran, porque el deporte no es lo mío.- ¿Podemos conversar en privado?
Lauren: Prefiero hacerlo aquí. Es que el resto del lugar está repleto. Hoy está abierto para entrenamiento gratuito y aquí es lo más privado que puede haber.- Respondió mostrándome su perfecta sonrisa.
- De acuerdo. Sólo diré que terminaré con esto. ¿De acuerdo? Estoy solucionando gran parte de mi vida y una de ella es dejarte ir, para que ambas podamos ser amigas con el tiempo y que tú estés tranquila con tu familia y tu pareja. Realmente lo he pensado y siento que es lo mejor. Eres preciosa, eres jodidamente sexy y una persona demasiado buena. Te quiero, Laur.
Lauren: Quiero que seas feliz, Elizabeth. También eres preciosa, jodidamente sexy y una persona demasiado buena, pero apenas puedo lidiar con lo que tengo. No... No valgo la pena para arriesgar tu hermosa relación con Olivia. A pesar de que ella tiene esos comportamientos estúpidos, también es una gran persona en la organización, es la hija de Clara, imagínate, ambas son buenas en ese sitio. Me encantaría saber por qué me detesta, pero aún así no quiero tratar a nadie en la manera que me tratan a mí; cuando es alguien idiota. Espero que ambas sean felices juntas y realicen sus sueños.- Asentí y la abracé.- Estoy sudada, Eliz.- Dijo entre risas y yo también reí.
