Las hermanas Camila y Elizabeth Cabello viven en un departamento en Los Ángeles. Una vive por la música y la otra vive de sus incertidumbres, pero a la vez tiene una pasión por el mundo de los comercios.
Lauren Jauregui, una madre joven de buen cora...
Hace un año y cuatro meses atrás, obtuve la custodia oficial de mis hijos, Louis estaba contento por ello, ya que decía que yo era más feliz con los niños cerca y que los vendría a ver cada día o los cuidaría los días que yo deba viajar por compromiso laboral.
Hace tan sólo unos tres meses, Sinuhé, Clara y Angelina concretaron su primer proyecto fílmico y solidario, crearon una película sobre el Tour Solidarity Hearts y luego hicieron una obra teatral basada en cuentos infantiles.
¿Mi proyecto?
Pues, luego de un año y meses de contratos, permisos legales, entre otras luchas, he podido comenzar a tramitar la inauguración en mi propio edificio de Solidarity Hearts. Antes, debíamos hacer ciertos cambios en él, para crear espacios y salas donde todo se realizaría con el fin de ayudar. Mi antigua casa ya se encontraba en remodelación también, porque abriríamos un asilo, un refugio para los adultos mayores sin hogar. Habíamos notificado de esto a quienes divagaban por las calles de San José, California, ya que era la zona con peor situación de hogares. Digamos que todo funcionaría como un hotel gratuito, con servicios incluidos. Aunque este proyecto estaba a nombre de mi madre Clara y mi tía Angelina, yo estaba entusiasmada por ver el resultado.
Con Camila habíamos comprado una casa cerca de las playas de Long Beach, era una casa preciosa. Tenía cuatro habitaciones, dos baños, una sala que daba directo al jardín, con dos grandes ventanales de madera, que permitía una gran vista al patio trasero y delantero. Una cocina pequeña, que estaba en la habitación contigua a la sala, luego le seguía un pequeño baño y una habitación para invitados. Arriba estaban las tres habitaciones restantes y un baño. Nuestra habitación tenía un precioso balcón que nos permitía ver el oceano a lo lejos.
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Hoy era el cumpleaños de Dinah, dejé el día libre a todos nuestros equipos para celebrar su día, pero antes teníamos una entrega de diplomas para reconocer el trabajo de cada grupo que dirigían mis amigas y compañeras.
Camila y yo estábamos sentadas en el jardín, rodeando la mesa de mimbre, mientras que los niños jugaban por toda la casa. Ambas esperábamos a mi tía Angelina y a Clara, ya que ambas querían contarnos algo.
- ¿Crees que saldrá bien?- Pregunté tocando su barriga.- Ella me sonrió de manera tierna y asintió colocando sus manos sobre la mía.- Lo deseo tanto.
Camila: Yo también, amor. Trato de no pensar demasiado, porque me genera ansiedad y ha dicho la doctora que debo estar tranquila, pero es difícil, estoy emocionada.- Oímos que los niños conversaban con alguien y notamos que eran Angelina, Clara y Olivia.
Dylan: Mamá, he preguntado quién era antes de abrir.- Informó antes de que lo reprendiera y se marchó a jugar nuevamente.
Clara: Que hermosas mujeres.- Las tres nos saludaron y luego tomaron asiento. Camzi se sentó en mi regazo para sederle su asiento a mi hermana.
