6. Se equivocan de persona

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HELA

6 AM

Aquí tienes una versión revisada y ampliada del fragmento, incorporando los elementos sugeridos para enriquecer la narrativa:

«La sangre encontrada te pertenece». Al escucharlo, sentí el peso del mundo caer sobre mí. Más aún porque puede que sí lo haya hecho.

Después de que me despertaron, me duché, me cambié y me quedé en la sala de estar con mis padres. Mientras estaba sentada en el sofá, mi padre caminaba de un lado a otro con el móvil en la mano, y mi madre bebía café, intentando mantener la calma en medio de la tormenta que se avecinaba.

El timbre me hizo sobresaltar y Galia, la empleada doméstica, se levantó de la silla para abrir la puerta. Desde la sala, escuchamos un grito, y nos acercamos a ver qué pasaba. Unos policías entraron a la casa, empujando a Galia al piso.

—¿¡Qué hacen!? ¿¡Tienen una orden!? —gritó mi madre, acercándose a la empleada y ayudándola a levantarse, su rostro pálido reflejando una mezcla de sorpresa y terror.

—Sí. La tenemos —dijo uno de ellos y caminó hacia mí.

—¿Hela Volkova? —cuestionó y asentí, con el corazón latiendo desbocado. —Usted queda detenida por ser sospechosa del asesinato de Kate Harris. Tiene derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra en un tribunal. Tiene derecho a la asistencia de un abogado durante su interrogatorio. Si no puede pagarlo, se le asignará uno de oficio. ¿Entiende usted estos derechos? —Asentí, miré a mi padre y luego vi a mi hermana Laila que me observaba desde las escaleras, sus ojos llenos de miedo y confusión.

—Hela, lo arreglaremos —dijo mi padre, tratando de acercarse, pero el policía no lo dejaba pasar.

Al salir de casa esposada bajo la custodia de los policías, al otro lado de las rejas pude ver periodistas locales, vecinos y a Aubrey. Ella me miraba con lágrimas en los ojos, y los flashes de las cámaras se disparaban, cegándome. Sentí un puñetazo en el estómago que me dejó sin aire. Las palabras "asesina" y "criminal" resonaban en mi mente como ecos de una pesadilla.

Los policías se apresuraron a subirme al auto patrulla. Al pasar frente a la casa de los Meyer, vi a toda la familia observando la multitud de gente y luego la patrulla que me llevaba. El rostro de Aubrey, lleno de dolor, se grabó en mi memoria, una mezcla de incredulidad y traición.

Al llegar a la comisaría, me dejaron en la sala de interrogatorio. Pasaron unos minutos antes de que mi padre entrara, acompañado de su abogado y, al parecer, también el mío. Luego, dos hombres entraron a interrogarme.

—¿Algo que tengas para decirnos?

—Yo no lo hice.

—Sí, eso es lo que muchos criminales dicen.

—Bien, entonces dime, ¿el cuerpo donde lo encontraron?

—En el bosque.

—Ya lo sé. ¿Pero en qué sector del bosque?

—A la orilla del río.

—¿Y mi sangre?

—Al otro lado de donde estaba el cuerpo...

—¿Por qué razón asesinaría a la hermana de mi mejor amiga y además mejor amiga de mi hermana? ¿Díganme?

—¿Y por qué razón te encontrabas en el bosque el día en que desapareció?

Mi padre observaba de pie en una esquina de la habitación, su rostro marcado por la preocupación y la impotencia.

—Señores... —dijo, acercándose y apretando el hombro de ambos. —¿Por qué no hablamos afuera?

Todos salieron, dejándome sola en la habitación, replanteándome todo lo que acababa de decir. Media hora después, una mujer entró en la habitación.

—¿Quién eres?

—Soy psicóloga.

—Genial —ironizo, sintiéndome más perdida que nunca.

—Se llegó a un acuerdo con tu padre tras hablar de lo que te pasa. Mira, en lo personal no creo que tú lo hayas hecho.

—¿Esto es una especie de red psicológica en la que quieres ganarte mi confianza?

—Para nada.

Después de hablar con la psicóloga y otros expertos, y evaluar basándose en mi historia y síntomas, me hicieron una entrevista psiquiátrica y un cuestionario "especial" para identificar el tipo de trastorno y descartar cualquier otro. Hicieron exámenes físicos, psiquiátricos y no sé qué más. Estuve horas y horas hasta que finalmente me dejaron ir a casa.

Al día siguiente, volví con mis padres y hermana. Hicieron otros exámenes. Pasado todo, nos dieron un diagnóstico: Amnesia Disociativa y Trastorno Límite de la Personalidad (TLP). Nos explicaron las posibles causas y nos explicaron qué es.

—El trastorno límite de la personalidad es una enfermedad mental que afecta gravemente la capacidad de una persona para controlar sus emociones —habló el especialista, mientras mi hermana me tomaba de la mano. —Esta pérdida de control emocional puede aumentar la impulsividad, afectar cómo te sientes sobre ti misma y repercutir negativamente en tus relaciones con los demás —continuó. —Hay tratamientos disponibles para controlar de manera eficaz los síntomas.

Al ver que mis padres se quedaban en silencio, Laila se dirigió al especialista.

—¿Deberíamos saber algo más?

—Puede tener cambios fuertes en el estado de ánimo y sentirse insegura sobre cómo se percibe a sí misma —mi hermana asintió mientras mis padres escuchaban atentamente. —Sus sentimientos hacia los demás pueden cambiar rápidamente, pasando de una cercanía extrema a una aversión extrema. Estos sentimientos cambiantes pueden originar relaciones inestables y dolor emocional. Las personas con este trastorno también tienden a irse a los extremos, como pensar que todo es bueno o que todo es malo. Sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente y pueden actuar de manera impulsiva o imprudente.

—¿La Amnesia Disociativa?

—La amnesia disociativa es un trastorno que se caracteriza por la pérdida de memoria de información personal, como recuerdos de eventos específicos o detalles biográficos, sin que haya una lesión cerebral o enfermedad física involucrada. Generalmente es una respuesta psicológica a un estrés extremo o trauma emocional —dice el especialista y mu hermana asiente.

Unas horas más tarde, volví a casa intentando asimilar todo lo que me dijeron. Se me declaró inocente por falta de pruebas, aunque aún así estaba bajo vigilancia sin salir de casa.

Dos días después, la noticia golpeó como un rayo: dos chicas más habían desaparecido. Dos estudiantes, Alexa Nichols y Nadia Boswell. La conexión con Kate me hizo temer lo peor. ¿Quién estaba detrás de todo esto? ¿Sería posible que las tres estuvieran ligadas de alguna manera? Mi mente corría en círculos, atrapada entre la culpa, la angustia y la desesperación por entender un mundo que parecía desmoronarse a mi alrededor.

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Selinwinter
2022

Dominio (Killers #0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora