El día de hoy ha sido exhaustivo, desde el instante en que aparecí en la secundaria todos mis conocidos (e incluso algunos desconocidos) se acercaron a mí con la misma pregunta, "¿Es cierto que te quedaste dormido bajo las escaleras?" y yo solo respondía con un seco "Si".
Es hora de receso y aun no me atrevo a hablarle a Amber, me pregunto que habrá sucedido antes de que yo despertara. Después de todo cuando yo desperté, más bien cuando la prefecta Olive, con sus grandes ojos saltones, me encontró tirado en el suelo no había nadie a mi lado.
Además ¿qué fue lo de Natalia? ¿Será que algo dentro de mí realmente desea que ese beso suceda y por eso mi cabeza creó ese evento dentro de mi mundo? No puedo responder ninguna de las preguntas que me formulo constantemente, por cierto, tampoco he hablado con Natalia el día de hoy.
Respecto a Ethan, me confunde demasiado su comportamiento. Apenas ayer pareciera querer ser mi mejor amigo nuevamente pero hoy ha regresado a ser tal como es, aunque debo agradecerle que ya no me moleste o a Natalia. Creo que sus "amigos" lo han perdonado. Prácticamente no me habla pero tampoco se burla de mí.
Estoy sentado en una mesa de los comedores escolares, solitario. Parezco un bicho raro y me pone nervioso la idea de que alguien pueda si quiera pensar en ello.
-Señorito Blecher ¿puedo saber por qué se encuentra tan solo? -Pregunta la profesora del taller de computación, Cecilia, a la vez que se acerca a mí con un plato de comida en las manos. Se queda parada esperando mi respuesta.
-No lo sé. Capaz y he tocado el queso ¿no cree eso posible? -Respondo irónicamente.
-Deje de hacer referencias a libros y venga conmigo, no es bueno que un estudiante se encuentre solo... socialice señorito -Exclama la profesora y yo solo me encojo de hombros avergonzado.
Me levanto de mi asiento y la profesora me escolta hasta afuera del salón de artes, donde se encuentran la mayoría de los chicos de mi grupo durante el receso. Me esboza una sonrisa y luego se va caminando lentamente mientras prueba su alimento.
-Oye Hibiki ¿por qué te escoltó Cecilia? -Pregunta uno de los chicos a modo de burla.
-Por haber referenciado al "Diario de Greg" -Respondo con una sonrisa. Sin embargo todos los chicos se me quedan viendo como si hubiera dicho algo fuera de lugar. Entonces comprendo que ninguno ha leído el "Diario de Greg" y me siento un bicho raro, nuevamente.
-Y ¿es cierto que ayer te quedaste dormido bajo las escaleras?
-Sí. -Respondo secamente y luego me marcho de ahí.
Mientras avanzo por el pasillo intento que ningún profesor o profesora me vea solo nuevamente... no quiero regresar a hablar con esos tipos. Tal vez esté siendo muy sangrón pero este es otro de esos días en los que no quiero hacer nada.
-Lo siento -Digo automáticamente al tropezarme con una chica, sin embargo yo soy el que cayó al suelo. Cuando volteo hacia arriba me encuentro con unos pequeños ojos oscuros y una cara tierna con una sonrisa en el rostro.
-No hay por qué -Suelta la chica aún con la sonrisa, su voz es bastante agradable. Me toma de la mano y ayuda a pararme- Mi nombre es Hesper. Pero puedes decirme Hes.
-El mío es Hibiki y muchas gracias -Digo con una claridad en mi voz que no reconozco en mí, realmente nunca me había escuchado hablar así de seguro de mi- Te debo una.
-Tranquilo... ¿Vas en primero?
-Sí, primero "C" -Sonrío amablemente.
-Yo voy en el grupo "B" -Exclama sonriendo. Nos quedamos en silencio por unos segundos y ella agacha la cabeza, se ve muy tierna- Alguien me está esperando... ¡Adiós! -Sonríe y se va, creo que estaba nerviosa. Me pregunto por qué.
Sigo avanzando en soledad por los pasillos de la secundaria pero esta vez no me importa si me veo como un bicho raro. Me gusta ser el espectador de todas esas pequeñas historias que surgen todos los días con adolescentes necesitados de "algo" como los protagonistas.
Todos ellos son narradores de su propia novela... ya que todos tienen una historia que contar. Hay algunos a los que les va bien en el amor, a otros no tanto, la mayoría lo ignora y el resto tiene un platónico secreto del que nunca hablaran por miedo de lo que otros pensaran.
Mientras camino reconozco a bastantes rostros de personas que en algún tiempo conocí, ahora se han convertido en solo compañeros. También hay otros rostros de personas a las que conozco y que sé que a pesar de que no hablemos, somos amigos... al menos eso quiero pensar. Y por último hay rostros que espero algún día identificar.
De pronto me encuentro con un chico bastante peculiar sentado en los maceteros que se encuentran frente al aula de ciencias. Me parece vagamente familiar, creo haberlo visto en un recuerdo pasajero pero no logro identificarlo. Lo estoy viendo y él me está viendo también. Su color de piel blanco es semejante al de su cabello.
Entonces observo algo que me aterra y hace que los nervios regresen a mí. Siento una sensación de miedo que recorre cada centímetro de mí, un miedo que rara vez encuentro. Un miedo extraño que me hace poner en alerta. Es culpa suya.
«Hago una pregunta sencilla de responder a mis pensamientos, él solo sonríe mientras sus pupilas color grisáceo crecen lentamente»
------Nota del escritor------
¡Hi!
Estimados lectores interesados en la historia de los ojos ambarinos, si han leído hasta aquí habrán notado que normalmente no agrego notas del escritor como esta UwU
Pero esta vez quiero explicar algo que probablemente se preguntaran ¿Por qué el título?
La respuesta es simple, quise poner ese título por mi propia lógica poeta que espero pocos descubran. Ya que es algo muy privado que no le he contado a nadie más que a ustedes (de manera oculta en este capítulo) el secreto del pequeño monstruo de dorado.
Así que recalco no tiene nada que ver con el capítulo o la historia, al menos no de manera directa Cx
He tardado mucho pero finalmente ha llegado la acción, este capitulo es un pequeño descanso antes de lo fuerte Cx
Y lo sé, Hibiki está armando a su pequeño harem... les juro que no era mi intención xD Ya verán que él no es de ese tipo de chicos UwU
Se despide el chico que intenta ser escritor, aunque no sea bueno en ello.
Jintan
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Amber (Primer borrador)
Teen FictionTodos tenemos días malos, esos en los que todo lo que hacemos nos sale mal y siempre estamos de mal humor. Sin embargo el sol sale incluso en los peores días y puedo decir que mi sol es chica y se llama Amber. Pronto descubrí que Amber era especial...