Me mantengo con la mirada fija en la hoja de papel que se posa sobre mi escritorio, luego observo el lápiz en un intento de obtener la respuesta a la pregunta del examen. Es como si los "creadores de los exámenes" se empeñaran en hacer preguntas imposibles de responder.
—Esfuércense en contestar con lo mejor de ustedes chicos, asegúrense de estar bien concentrados ¡no se distraigan por ningún motivo! —Comenta la profesora Cecilia, lo cual me parece tan irónico porque lo único que logra es distraerme.
He respondido todo el mentado examen a excepción de una simple pregunta. Si tan solo pudiera responderla, acabaría con la atmosfera tensa que se crea siempre cuando aplican cualquier examen.
Levanto la mirada sin motivo alguno y veo que todos están concentrados en lo suyo, a su manera. Dos de mis compañeros están respondiendo con ayuda del libro, meticulosamente oculto, y la profesora no se da cuenta. A veces pienso que invierten más tiempo estudiando como copiar en lugar de estudiando la materia.
Observo a todos lados y de pronto me encuentro con la mirada de una chica, la de ojos preciosos. Creo que su nombre era Amber. Ella esboza una sonrisa y yo le respondo con una de vuelta. Entre más la veo, más grandes me parecen sus pupilas ambarinas. Aunque si pudiera describirla con un solo color, sería el gris. No sé por qué.
—Señorito Blecher y señorita Dwork, pueden enamorarse en otro momento. Ahora concéntrense en su examen —Se queja la profesora y todos se ríen silenciosamente. Ella se sonroja tiernamente y yo agacho la cabeza con un poco de vergüenza.
¡Diablos! He pasado alrededor de quince minutos dándole vueltas a la misma pregunta y me he concentrado en todo menos en conseguir la respuesta. ¿Cuándo acabara esto?
Intento concentrarme todo lo que puedo en la pregunta, e intento rescatar de entre todos los recuerdos que tengo de la profesora impartiendo lecciones aburridas una respuesta que al menos parezca coherente.
Repentinamente me siento mareado y me surgen unas ganas increíbles de tomar agua. Luego todo procede a una sensación de vómito y termino tirado en el escritorio con la cabeza sobre el examen, cierro los ojos por un momento y toda la estresante atmosfera del aula se desvanece lentamente.
Abro los ojos y me encuentro con una luz cegadora frente a mí, estoy recostado en una cama incomoda. Volteo a la derecha y me encuentro a la enfermera escolar con su cabello rizado y rojizo, tiene puestos unos lentes y está leyendo algo.
—Uh... ¡El examen! —Exclamo desesperado. La enfermera se voltea y me observa a la vez que hace un gesto extraño con la cara.
—Descuida, solo te falto una pregunta ¿no? —Dice ella, asiento con la cabeza— Bueno, resulta que esa pregunta es un error y en realidad debería ir en los exámenes de segundo grado. Hoy es tu día de suerte, niño.
—Supongo —Una ligera sensación de alivio recorre mi cuerpo.
—Tengo que preguntarle algo señorito Blecher, ¿se alimenta correctamente?
—Sí.
—Entonces probablemente esté en malos pasos, ya que hoy estamos a miércoles y apenas el lunes se le encontró desmayado bajo las escaleras... no es normal que un chico se desmaye dos veces en un lapso de tres días. Tomé este folleto.
La enfermera me da un folleto que en la portada tiene con letras grandes el título "Podemos combatir la adicción a las drogas juntos". Volteo a verla con una gran sonrisa en el rostro y luego comienzo a reírme como loco.
—Usted es la segunda persona en insinuar lo de las drogas y no, no he consumido drogas ni una vez en mi vida... a excepción de medicamentos, por supuesto —Exclamo entre carcajadas.
—Tiene una actitud bastante peculiar señorito Blecher. —La enfermera esboza una ligera sonrisa de forma sincera.
—Espere ¿en qué modulo estamos? —Pregunto un poco más tranquilo.
—Apenas han pasado diez minutos, estamos en el segundo módulo. Si quiere quédese aquí dormido, yo me encargo del justificante. Solo intente no hacer ruido —Dice la enfermera con una voz cansada.
Me doy la vuelta y cierro los ojos nuevamente. Todo se desvanece lentamente pero antes escucho un último comentario de parte de la enfermera.
—Pareciera que es una moda esto de desmayarse en clase... La otra vez vino una chica un tanto extraña, un jovencito tuvo que ayudar a cargarla hasta el auto del padre de su mejor amiga o algo así... Estos muchachos están muy raros últimamente.
Instantáneamente todo ruido se convierte en silencio...
...Y en unos segundos regresa a ser ruido, pero esta vez es una melodía de violín. Abro los ojos y frente a mí hay una especie de ventanal, desde el cual puedo ver que es de noche y esta nevando.
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Amber (Primer borrador)
Teen FictionTodos tenemos días malos, esos en los que todo lo que hacemos nos sale mal y siempre estamos de mal humor. Sin embargo el sol sale incluso en los peores días y puedo decir que mi sol es chica y se llama Amber. Pronto descubrí que Amber era especial...