Érase Una Vez

2. Primera Seducción

Por B.B. Asmodeus.

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Fandom: How To Train Your Dragon, Libros de Cressida Cowell.

Resumen: Tonto, tonto Hiccup. Toothless chilló con vergüenza. "No. No me toques. Hoy no me Toques."

Pareja: Hiccup/Toothless.

Categoría: Amor, al que le vale un comino que sea entre un dragón y un humano. Romance, Humor, Lemon.

Nota 1: Respuesta al Reto #7 de Caldo Toothcup para el Alma, grupo de FB.

Nota 2: Fic inspirado por las manoseadas de Hiccup en la segunda película.

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2.

El primer intento de seducción.

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No fue sorpresa que aquel tipo de práctica fuera implementada a su rutina, tras el rotundo éxito contra Drago y su Wilderbeast.

Hiccup quería evitar incidentes futuros con Alfas que tuvieran aquella clase de influencia sonora sobre Toothless, así que seguir haciendo ejercicios con sus ojos vendados, fue de esperarse.

Al principio, vendar a Toothless tuvo el objetivo de construir confianza, de que el dragón permitiera que el humano se convirtiera en sus ojos y dirección. La voz de Hiccup tomó un nuevo significado, tras un largo periodo de entrenamiento. Para Toothless, aquel tenor—que lentamente estaba madurando en algo menos gangoso, menos juvenil—fue incorporándose en su ser, con todo un nuevo sentido.

"Escúchame, amigo." Era el ritualizado susurro, que después de múltiples sesiones, seguiría a Toothless hasta en las profundidades de sus sueños. "Concéntrate en mí. Bloquea todo lo demás."

Resultaba extraño. El Night Fury fue notando como sus escamas se estremecían más al tener los dígitos de su jinete sobre ellas, que la sensación de la venda en sí.

Paulatinamente, el feroz entrenamiento, fue convirtiéndose en dulce tortura.

Desde tiempo atrás, Toothless había sabido que Hiccup era parte de su ser, tanto físicamente como en el ámbito incorpóreo. Hiccup habitaba dentro de aquel espacio que hacía el corazón de Toothless brincar, y sus escamas brillar con plasma azul.

Toothless sabía lo que aquel fenómeno—lo que aquellos sentimientos escondidos en su pecho—significaba. Sabía que no debería permitir sus necesidades más ferales intervenir con su relación de amigos. No había día en el que el Alfa no luchara contra sus impulsos básicos, con tal de mantener la normalidad entre ellos.

Así que, un día, cuando tuvo la certeza de que no soportaría una sesión con Hiccup, el Night Fury simplemente se rehusó a entrenar.

"¿Qué pasa contigo, hoy?" Manos en la cintura, y ceño fruncido bien puesto, fue como Hiccup decidió expresar su incredulidad al verlo huir de la venda y—consecuentemente—del granero donde siempre comenzaban con el entrenamiento. Toothless trotó tan rápido, que el vikingo no tuvo otra opción más que perseguirlo, la venda carmín colgando de una de sus manos. "¡Oye! ¡Te estoy hablando!"

"No quiero. No hoy." Toothless gruñó, desnudando sus encías.

"Toothless, no seas holgazán."