𝙃𝙔𝙐𝙉𝙅𝙄𝙉, 𝙀𝙍𝙀𝙎 𝙐𝙉 𝘿𝙀𝙎𝘼𝙎𝙏𝙍𝙀 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓

[ 𝙏𝙍𝙀𝙎 ]

Me acerqué a la ventana para verlos subir al coche, los saludé cuando se voltearon hacia mí y esperé hasta verlos alejarse en el vehículo para luego cerrar por completo las cortinas. Ahora sí, estaba solo y sin nadie que pudiera molestarnos mientras ejecutamos la primera parte de nuestro plan. Tomé mi móvil y me dejé caer en el sofá de la sala.

—La operación “Salvemos la madriguera” entra en acción —envié un audio en nuestro chat grupal.

Los chicos no tardaron mucho en llegar y al hacerlo me encargué de ayudarlos a bajar de la cajuela del coche las tres bolsas que contenían las cosas que necesitaríamos para llevar a cabo el plan.

—Muy bien, comenzaremos por el baño —los miré— Jeongin, quiero que cambies mi espuma de afeitar por crema batida vencida. Minho suele usar mis cosas sin pedir permiso y eso puede que le saque algunas espinillas en la barbilla.

—No creo que sea tan tonto como para no darse cuenta —comentó cruzándose de brazos.

—Funcionó contigo en el campamento  —Seungmin sonrió entregando la crema.

—¡¿Qué?!

—Ya ve al baño —lo empujó.

—¡Kim Seungmin! —gritó— ¡Quiero una explicación ahora!

Jisung apareció con su laptop en las manos, él se ocuparía de enviar un correo a Hesseo. Parte del plan era hacerle creer que la casa está embrujada, ya que ella es extremadamente supersticiosa y de esa manera lograr que huya lo más lejos de aquí o eso espero.

—¿Ya tienes redactado el correo? —pregunté viéndolo.

—Unos párrafos más y tu entrometida madrastra no tardará en entrar en pánico —sonrió—. Las demás fases ayudarán mucho, sólo confía en mí.

El plan consistía en tres simples, pero efectivas fases: La primera es cuando las cosas comienzan a salir mal a nuestro alrededor y eso desencadenará la segunda que implica a los sucesos extraños acechando la casa y por último está la tercer fase que es la maldición del hogar en donde sumamos las dos primeras. Esto lo iremos ejecutando en un período de dos semanas, ya que mi padre no estará en casa porque tiene un viaje planeado con sus amigos.

—¿Tienes las mariposas que te pedimos? —pregunté dirigiendo mi vista a Felix.

—Todas las que pude conseguir —asintió—, aunque las dejaremos para el golpe final.

Logramos cambiar varias cosas de la casa para el primer paso, así que si todo sale tal y como lo planeamos en unas pocas semanas todo volverá a la normalidad para mí.

[...]

La noche finalmente llegó y me hallaba en mi habitación dibujando como de costumbre, era la cuarta vez que dibujaba a Felix. La verdad era que me asustaba un poco, ya que llevaba días intentando hacer algo diferente pero siempre terminaba inconscientemente dibujando a una persona o mejor dicho la silueta de mi mejor amigo. La puerta se abrió tomándome por sorpresa y provocando que escondiera rápidamente mi cuaderno debajo de las almohadas.

—¿No tienes cosas más divertidas que hacer? —dijo sonriente.

—¿Y tú no tienes granos por exprimir? —me crucé de brazos— Tienes la vía láctea en la barbilla, Minho.

—Eres un idiota —me enseñó su dedo medio—. La cena ya está lista, no tardes en bajar porque se enfría.

Me estiré un poco antes de salir de la cama y guardé mi cuaderno en el cajón de la mesa de noche con llave. Bajé las escaleras y en la cocina me encontré con papá revisando algunos archivos de su trabajo, Minho mirando con la cámara del móvil sus espinillas y Hesseo sirviendo la sopa que había preparado. Caminé hacia ella y tomé uno de los platos para poder ayudarla.