[ 𝙎𝙀𝙄𝙎 ]

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Observé con atención a la señora que recorría la casa con una especie de amuleto místico o algo por el estilo, no la juzgo porque yo también creo un poco en esas cosas, pero exageraba bastante. Hesseo caminaba detrás de ella con un ramo de flores silvestres mojadas con agua bendita para salpicar con esta cada lugar en el que había “malas energías”. Felix se hallaba a mi lado, con el móvil en la mano grabando dicho acontecimiento sin pudor alguno.

—¿Podrías ser más discreto? —dije bajando su mano.

—No creo que lo noten —sonrió grabando una vez más—, están muy concentradas en lo suyo y los chicos tienen que ver esto.

Changbin nos invitó a una fiesta que haría, ya que sus padres estaban de viaje por unos días y lo dejaron cuidando la casa. El rubio me insistió con que quería ir, por lo que no tuve más opción que aceptar, pero no me quedaría mucho tiempo sino me siento del todo cómodo. Tuvimos que esperar un rato más hasta que mi madrastra finalmente terminó con su ritual y fuimos a mi habitación.

—Tienes mucha tarea que hacer —dijo sacando las fotocopias de su mochila—, y eso que todavía te queda un día de suspensión.

—Lo sé y créeme que odio estar todo el día aquí —suspiré frustrado—. Papá decidió que mi castigo por la pelea fuera ser el esclavo de la casa, así que me la pasé haciendo la limpieza y otros quehaceres toda la mañana.

—Tranquilo, yo te ayudaré con lo que pueda —sonrió—. Además le robé algunas respuestas a Jeongin.

—Pienso que deberías haberle robado a Seungmin —comenté sentándome en la cama—, él nunca se equivoca, en cambio Jeongin es algo terraplanista.

Mi móvil comenzó a sonar, lo saqué de mi bolsillo y contesté la llamada colocándola en alta voz.

—Devuélveme mis hojas, Felix —dijo molesto—. Sabía que no debía confiar en ti, eres un chico de manos flojas.

—¿Cómo supiste que estaba con Hyunjin? —preguntó desconcertado— Y no tengo tus cosas, me duele que pienses así de mí.

—Primero, siempre estás con él —pronunció obvio— y segundo, fuiste el único que me pidió ver mis apuntes y después estos desaparecieron.

—¿Y eso qué? —me sonrió— Jisung pudo ser.

—Ya me revisó la mochila dos veces —contestó el castaño del otro lado—, y no encontró evidencia alguna en mi contra.

—¡Quiero mis hojas, desgraciado! —insistió.

Felix me quitó el móvil de la mano, colgó la llamada y lo apagó para que no pudiera volver a llamar.

—Bien, regresemos a lo nuestro… —se sentó a mi lado— ¿A quién llevarás a la fiesta?

—Espera… —lo miré confundido— ¿De qué estás hablando?

El rubio soltó una risa y me abrazó fuertemente mientras despeinaba mi cabello, pero yo seguía sin entender.

—Hyunjin, Hyunjin, Hyunjin —sonrió apartándose—. No te hagas el inocente, debe haber alguna chica que te guste. ¿O me equivoco?

Ese fue un golpe bastante bajo, me quedé en silencio por un momento llevando la vista al suelo. No sabía bien qué responder y comencé a sentirme algo incómodo.

𝙃𝙔𝙐𝙉𝙅𝙄𝙉, 𝙀𝙍𝙀𝙎 𝙐𝙉 𝘿𝙀𝙎𝘼𝙎𝙏𝙍𝙀 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora