[ 𝘿𝙊𝘾𝙀 ]

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La alarma volvió a sonar y como siempre tomé mi almohada para cubrir mi rostro, malditos e insufribles lunes. Después de estar alrededor de quince minutos dando vueltas en la cama, finalmente decidí despedirme de ella. Caminé por el pasillo para dirigirme al baño, la puerta estaba abierta y vi que Minho se encontraba mirándose en el espejo mientras se deshacía de algunas espinillas que tenía en su frente.

Tomé mi cepillo de dientes y la pasta dental, para luego darle un pequeño empujón.

-Buenos días a ti también -dijo molesto cruzando sus brazos.

-¿Qué tienen de bueno? -pregunté cepillando mis dientes.

-Ya veo, no eres fanático de los lunes aunque creo que nadie lo es -suspiró arreglándose el cabello, me aparté un poco para que pudiera verse en el espejo-. Hoy tengo dos exámenes y mírame.

Señaló su rostro haciendo un círculo a su alrededor.

-¿Te parece que esta es la cara de un chico aprobado? -su ojo comenzó a palpitar.

-Estás del asco -reí después de enjuagar mi boca.

-Estuve estudiando toda la noche hasta las cinco de la madrugada -me enseñó sus ojeras-, y nada entra en este estúpido cerebro.

-¿No puedes fingir un resfriado o algo así? -lo miré secando mis manos con la toalla.

-Ya usé esa enfermedad la semana pasada y también fingí estar mal del estómago hace dos días -se recostó por el marco de la puerta-. No hay nada que pueda hacerme faltar hoy.

-No estés tan seguro -sonreí.

Terminé de vestirme lo más rápido que pude, quedé en encontrarme con Minho en las escaleras para poder ayudarlo con su problema.

-Ahora necesito que te conviertas en Dicaprio y saques todos tus dotes actorales -lo tomé por los hombros-. Vamos a fingir que te caíste por las escaleras o que te desmayaste.

-¿Otra vez? -se quejó- Todavía tengo varios moretones de la última vez y no hay maquillaje que me ayude con eso.

-Esa no fue actuada, así que no cuenta -comenté riendo- ¿O acaso quieres reprobar y ser un fracasado?

-No.

-Muy bien, tu mamá está preparando el desayuno y mi papá la está ayudando -me agaché para atar sus cordones-. No tenemos mucho tiempo, sólo baja las escaleras con cuidado y tírate en los últimos cuatro escalones.

-Pero...

-Yo me encargaré del resto -le di unas palmadas en el hombro.

Minho comenzó a bajar las escaleras a paso lento hasta llegar a su objetivo, en ese momento regresó la vista hacia mí y se tiró al piso soltando un "¡Auch!" bastante sobreactuado. Llevé las manos a mi rostro, era más que evidente que nunca podría ser actor, pero el lado bueno es que yo soy mejor que él. Corrí hacia la sala y busqué entre los muebles algo que nos ayudara a fingir otra situación.

-Hyunjin.

-Silencio, eres pésimo actuando -le ordené-, así que quédate quieto mientras busco una solución.

Logré abrir varios cajones hasta que encontré la colección de esmaltes de Hesseo, por suerte tenía uno de color rojo similar a la sangre. Me acerqué a mi hermanastro y le coloqué un poco de este debajo de la nariz, él empezó a sentirse algo mareado y estornudar. Volví a correr para subir las escaleras y respiré profundamente para terminar de concentrarme.

-¡No! -grité fingiendo estar sorprendido- ¡Minho!

Bajé los escalones rápidamente y una vez más me arrodillé a su lado para tomar su mano, nuestros padres no tardaron en aparecer. Hesseo se apresuró en acercarse al ver el cuerpo de su hijo desparramado en el suelo.

𝙃𝙔𝙐𝙉𝙅𝙄𝙉, 𝙀𝙍𝙀𝙎 𝙐𝙉 𝘿𝙀𝙎𝘼𝙎𝙏𝙍𝙀 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora