Cruel summer - Eddie Munson +18

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Nadie dijo nada.

Todos nos miraban con los ojos muy abiertos.

Y entonces dejó de besarme.

Yo ni siquiera había seguido el beso.

Estaba quieta.

- Estaba demasiado preocupado, Sarah. -dijo Billy sin soltar mi cara.

Billy me había besado delante de todo el mundo.

Mierda.

Joder.

Yo seguía sin reaccionar.

- ¿Estáis juntos? -preguntó mi hermano demasiado sorprendido incluso para moverse.

- Algo así, lo estamos intentando, poco a poco, ¿verdad Sarah? -preguntó Billy.

Y entonces vi su sonrisa, como él me miraba y no supe que hacer.

- ¿Esto es enserio? -escuché la voz de Eddie y mi corazón latió de nuevo.

- Hargrove, como le hagas daño a mi hermana, pienso partirte la cabeza, ¿entendido? -dijo Steve.

Yo desconecté.

Todos empezaron a hablar.

Eddie tampoco hablaba, solo me miraba.

Yo quería correr a sus brazos.

¿En qué momento había pasado esto?

Sin darme cuenta, la conversación se giró hacia Vecna, hacia como íbamos a encargarnos de él.

Los chicos habían conseguido descubrir que se podía entrar en el portal de la caravana de Eddie, así que ese iba a ser nuestro próximo destino.

- Creo que necesitamos descansar todos. -dijo Robin.

Y era verdad, todos teníamos unas grandes ojeras bajo los ojos y estábamos cansados.

- Mañana a primera hora de la mañana nos vemos aquí. -dijo Nancy.

- No hay tiempo que perder. -dijo Dustin levantándose del sofá.

- Tened mucho cuidado, todos. -dijo Steve.

Nos despedimos y Billy besó mi mejilla de nuevo, no me había dado cuenta de que había entrelazado su mano con la mía durante todo el rato que habían estado hablando.

- ¿Quieres que me quede? -preguntó casi en un susurro.

Yo lo miré, sin saber que decirle.

- Puedes quedarte, pero duermes en el sofá. -le dijo Steve.

- Ahí duermo yo. -se quejó Eddie.

- Están los colchones de los chicos. -dijo Steve.

No podía estar pasando esto.

Ni siquiera contesté.

Simplemente, salí del salón, soltando a Billy y subí las escaleras corriendo.

Pronto se haría de noche y necesitaba descansar.

Me dolía horrores la cabeza.

Llegué a mi habitación y me tumbé en la cama.

Cerré los ojos, intentando olvidar todo lo que estaba pasando.

Pero no tardó en aparecer cuando me quedé dormida.

Volvía a estar en la oscuridad.

- Tengo que enseñarte algo, Sarah. -dijo Vecna apareciendo entre la oscuridad.