Cruel summer - Eddie Munson +18

Di su nombre

- ¡Sarah! no puedes irte así, no puedes dejarme solo. -escuché la primera voz.

- Cariño, por favor.. -alguien más habló.

- Tienes que despertar, no vamos a poder seguir sin ti. -otra.

- No puedes irte así, no puedo perdonarme que terminásemos así. -alguien más habló.

No veía nada.

Pero sonaba música.

Escuchaba una guitarra.

Alguien estaba tocando mientras las voces hablaban a mi alrededor.

Entonces mi cuerpo reaccionó y abrí los ojos.

Vecna estaba enfrente de mi, su mano delante de mi cara.

Y a lo lejos, al otro lado de la habitación sí que había luz.

Estaban ellos.

Eddie estaba tocando la guitarra.

Mi cuerpo flotaba en el aire y todos los demás intentaban hablarme y bajarme.

Miré a Vecna directamente a los ojos.

- Hoy no, hijo de puta. -gruñí con la voz rota.

Él me miró sorprendido.

Mi mano voló a su cuello y tiré de una de las enredaderas que envolvían su cuerpo, haciéndole sangrar de forma exagerada.

Me soltó y mi cuerpo cayó al suelo con fuerza.

Me levanté sin pensármelo dos veces.

Y corrí.

- ¡Eddie! -grité viendo la luz en donde estaban ellos.

Tenía que correr.

Todo empezó a desmoronarse a mi alrededor.

- Vamos Sarah. -susurraba Steve con lágrimas en los ojos.

Y aceleré el ritmo, forcé a mi pies a moverse más rápido.

Mis ojos se cerraron cuando mi cuerpo chocó con la luz.

Y entonces mi cuerpo cayó de nuevo, pero no choqué contra el suelo.

Billy y mi hermano se encargaron de eso.

Eddie soltó la guitarra de golpe y corrió hacia mi, seguido de Nancy y Robin.

- ¡La música ha funcionado! -gritó Robin con lágrimas corriéndole por la cara.

- Mierda, Sarah, joder. -susurraba Steve con la cabeza enterrada en mi pelo.

Billy lloraba a mi lado.

Eddie llegó y se arrodilló conmigo, cogiendo mi mano con suavidad.

Nancy y Robin me miraban desde arriba, abrazadas la una a la otra, llorando.

- Os he escuchado, he escuchado la canción. -murmuré entre lágrimas.

- Creíamos que no iba a servir de nada, no volvías, Sarah. -dijo Eddie acariciando mi mejilla y limpiando algunas lágrimas que corrían por ellas.

- Lo he visto todo, sé por que me busca Vecna y por donde tenemos que atacarle. -dije cuando me ayudaron a levantarme.

Steve me dejó en el sofá y todos se sentaron a mi alrededor, esperando a que yo hablase.

Y se lo conté todo.

Desde lo del hueco cuando era pequeña.

Hasta el científico.

Absolutamente todo.

Ellos lloraban y me miraban sin saber muy bien que decir.

Steve tenía los puños apretados.

- Te prometí que le mataría, y pienso cumplir esa promesa. -dijo Steve entredientes.

- ¿Entonces tenemos que ir al laboratorio? -preguntó Nancy.

- Él es quien controla a Vecna, si empezamos atacando ahí, puede que sea más fácil. -expliqué.

- El laboratorio estará lleno de guardias. -dijo Billy.

- Entonces tendremos que entrar sin que nos vean. -dijo Robin.

- ¿Por qué te quiere ese científico? -preguntó Eddie mirándome.

Todos me miraron.

Steve bajó la cabeza.

- Cuando yo era pequeña, buscaban a una chica para hacer un experimento con ella, decía que podía darle poderes o algo así, él me quería a mi, siempre le decía a mis padres que yo era la indicada, que ese poder tenía que crecer dentro de mi. -empecé a explicar pero un sollozo me entrecortó la voz.

- Escondíamos a Sarah en el hueco porque mis padres aceptaron al principio, pero al darse cuenta de lo que habían hecho, se arrepintieron y le dijeron al científico que Sarah había muerto, pero él no nos creyó, y cada día se presentaba aquí y recorría toda la casa para buscarla. -terminó de explicar Steve.

- ¿Quién es ese hijo de puta? -preguntó Billy con un gruñido.

Hubo un silencio.

Yo nunca había sabido su nombre.

Mi hermanó me miró.

- Dilo, Harrington, di su nombre. -sentenció Eddie de mala gana.

Y entonces lo dijo.

- Brenner. -soltó Steve con asco.

Nadie dijo nada.

Brenner.

Ese nombre rebotó en mi cabeza durante horas.

Durante todo el día.

Robin y Nancy me llevaron arriba, a mi habitación para que pudiese descansar un poco y Robin se quedó conmigo por si había algún problema o volvía a tener alguna visión.

Los demás trazaron un plan, buscaron un mapa del laboratorio y se encargaron de preparar las armas una última vez.

No habría ninguna vez más.

Esta iba a ser la última.

Y tenía que salir bien.

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SE VIENEEE AAAAAA