Cruel summer - Eddie Munson +18

Te quiero

Mi cuerpo cayó al otro lado, frío y oscuro.

- ¡Eddie! -grité mirando a mi alrededor.

Vi como en el cielo, los murciélagos se alejaban de ahí.

Se alejaban.

No.

Detrás de mi, el portal relucía y palpitaba con fuerza, iba a cerrarse.

Escuchaba los gritos de mi hermano, sus sollozos, al otro lado.

Mi corazón se hizo a trozos en segundos.

Empecé a caminar, a correr, gritando el nombre de Eddie una y otra vez.

Y entonces le vi.

Estaba en el suelo.

En un charco de sangre.

- ¡No, no, no! ¡Eddie! -sollocé llegando a su lado y arrodillándome encima de la sangre.

Le cogí la cabeza y la apoyé en mi regazo.

- Eddie, ¿por qué lo has hecho? -susurré llorando.

- No podía dejar que lo hicieras tu. -murmuró, la voz le temblaba.

- No puedes pretender que yo siga sin ti, no puedo. -lloré más.

- Te quiero, Sarah. -dijo y mi corazón terminó de romperse.

- No puedes decirme esto ahora, no así, no te despidas de mi, por favor. -no paraba de llorar.

Mi cuerpo temblaba mientras intentaba sujetar con las fuerzas que me quedaban a Eddie.

No dejó de sonreír en ningún momento, ni tampoco dejó de mirarme a los ojos.

Aún estando a punto de morir en mis brazos.

Y entonces vi como algo se apagó en sus ojos.

- La.. es para ti.. yo.. te quiero.. -volvió a repetir, pero sus ojos se cerraron.

- !No! -grité desgarrándome la garganta.

Mi cuerpo cayó encima del suyo, sollozando con fuerza.

No podía estar pasando esto.

Levanté la cabeza cuando un ruido de pasos se acercó a mi.

Steve estaba ahí.

- Sarah.. -susurró al ver la escena.

Sus ojos se anegaron en lágrimas.

- Tenemos que irnos, el portal se va a cerrar. -dijo acercándose a mi.

Yo murmuraba cosas sin sentido, aferrada al cuerpo de Eddie.

- No puedo dejarle aquí. -pedí.

- Tengo que sacarte a ti primero, luego volveré a por su cuerpo, por favor Sarah. -pidió él.

Sus brazo me envolvieron y sentí como el frío golpeaba mi cuerpo.

Eddie estaba en el suelo.

Le había perdido.

Steve caminó conmigo en brazos hacia el portal, ya casi cerrado.

Lo cruzó.

Mi mirada siguió clavada en el cuerpo inmóbil de Eddie, hasta que volvimos a nuestro lado.

Steve me dejó en el suelo, Billy me cogió con cuidado, arrodillándose a mi lado.

- ¿Dónde está Eddie? -preguntó Robin mirándome.

No hubo respuesta.

Todos miraron a Steve.

Y entonces lo vi.

El portal se cerró por completo.

- ¡No! -grité de nuevo intentando levantarme.

- ¿Qué ha pasado? -preguntó Nancy, nerviosa.

- ¡Le hemos dejado solo! ¡Su cuerpo sigue ahí! -grité yo sintiendo como mi cuerpo no aguantaba más.

- Hay que sacarla de aquí. -murmuró Billy levantándome del suelo.

Todos empezaron a caminar.

Yo golpeaba el pecho de Billy y daba patadas para que me soltase.

Pero sus brazos eran fuertes y me agarraba con fuerza.

Caminamos por los pasillos.

Y lo vi.

El cuerpo de Brenner, hecho trizas.

Mi mirada voló a Steve.

Estaba cubierto de sangre y no tenía ni un solo rasguño.

Y me di cuenta.

Steve había cumplido su promesa.

Faltaba Vecna.

Y de él iba a encargarme yo.

Me lo prometí a mi misma.

A Eddie.

Iba a vengarle.

Dejé de dar patadas y dejé que me llevase hasta el coche de Steve.

Se sintió vacío.

Ya no estaba llorando.

No hacia nada.

Solo estaba ahí.

Existía.

Nadie habló durante el camino a casa.

Steve aparcó delante de casa y todos bajamos en silencio.

Yo no dije nada.

Subí directa a mi habitación y me metí en la cama.

Y entonces lloré y dejé que el dolor me inundase por completo.

Yo.

Tendría que haber sido yo.

No Eddie.

Dolía.

Quemaba.

Eddie se había ido.

"Te quiero"

Sus palabras rebotaban en mi cabeza una y otra vez.

Yo no le haía contestado.

No le había dicho que le quería.

Que me había enamorado de él.

Y ahora nunca podría hacerlo.

La puerta de mi habitación se abrió con suavidad y dos cabezas asomaron.

- Sarah.. -susurró Robin al ver que estaba despierta y llorando.

Nancy me sonrió con delicadeza.

Y exploté con sollozos y lágrimas de nuevo.

Ellas dos no dijeron nada, se acurrucaron a mi lado en la cama y me abrazaron con fuerza.

Yo cerré los ojos, intentando calmarme.

No sé cuando me quedé dormida, ni siquiera sé si dormí o soñé algo.

Vecna seguía vivo, él me había arrebatado mi destino y yo iba a arrebatarle el suyo.

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DOS COSAS MUY IMPORTANTES

1 SI EL TIKTOK QUE HE SUBIDO LLEGA A LOS 300 LIKES TENDRÉIS MARATÓN

2 CREO QUE TODAS CONOCÉIS UNA TEORIA MUUUUY FAMOSA SOBRE EDDIE..... AFERRAOS A ESO MIS NIÑAS OS QUIERO