Cruel summer - Eddie Munson +18

Primer round +18

Lo único que se escuchaba en la habitación era la lluvia cayendo con fuerza, los rayos cada pocos segundos y nuestras respiraciones agitadas.

- Sigo sin creerme que estés aquí. -volvió a decir Robin por milésima vez pinchando a Eddie con un dedo en el brazo.

Dustin estaba sentado a su lado, pegado a su otro brazo, ya no lloraba, pero se había pasado más de una hora haciéndolo.

- Solo repíteme una vez más que no vas a ser un peligro para mi hermana. -se quejó de nuevo Steve.

- Steve ya déjalo, estaré bien. -aseguré yo también por milésima vez.

Eddie solo se reía.

Realmente estaba feliz de volver a estar con nosotros.

- Ahora el problema es que todo el pueblo cree que "su asesino" ha muerto, ¿cómo vamos a hacer para decir que eres inocente? no puedes quedarte para siempre encerrado aquí. -dijo Nancy cruzándose de brazos, apoyada a mi lado en la pared de enfrente.

- Tenemos que demostrar que él es inocente, pero sin pruebas de lo de Vecna, es imposible. -dijo Billy desde el marco de la puerta.

Mi cabeza daba vueltas, pensando en posibles formas de conseguirlo.

Y entonces algo muy macabro se me pasó por la cabeza.

Pero se lo merecía después de lo que había hecho.

Además, estaba segura de que al final saldría ileso de eso.

- Tengo una idea. -anuncié y todos se giraron hacia mi.

Les expliqué lo que había pensado y todos estuvieron de acuerdo en todo, menos en una cosa, en que yo fuese el cebo.

- Ni de coña, que sea otra persona, tu no. -se quejó Steve.

- Estoy con él. -se sumó Eddie.

- Aunque a mi tampoco me guste la idea, es la única que puede cabrearlo tanto para que haga eso. -me apoyó Max.

- No se habla más, mañana me encargo de eso, os quedáis cerca por si pasa algo, pero tiene que ser público, tenéis que dejar que me haga daño para que funcione. -sentencié.

Todos asintieron.

- ¿Quieres que nos quedemos hoy, Sarah? -preguntó Billy mirándome de forma cautelosa, su mirada iba de Eddie a mi.

- Es mejor que todos descansemos, mañana a primera hora, Eddie y yo bajaremos al pueblo y nos encargamos de que todos vean que es inocente. -les dije, básicamente diciéndoles que se fuesen de la maldita cabaña.

Quería estar a solas con Eddie.

- Cualquier cosa me llamas. -dijo mi hermano, besó mi cabeza y salió de la habitación, seguido de los demás.

Escuché como se cerraba la puerta principal y me giré hacia Eddie, mirándolo de forma traviesa.

Le había echado demasiado de menos y no iba a perder ni un solo segundo.

Me quité el jersey que estaba asfixiándome y lo dejé caer en algún lado de la habitación.

Eddie sonrió y se sentó mejor en la cama, mirándome con los ojos oscuros y una sonrisa traviesa que hacía asomar los dos colmillos.

Joder.

- ¿Por qué no me enseñas que más puedes hacer ahora? -pregunté caminando hacia él lentamente.

- No creo que estés preparada para eso, Sarah, tengo más fuerza y no podré estar muy cerca sin morderte. -sonrió.

- ¿Tienes pensado descubrir tus nuevas habilidades con alguien más? -pregunté burlona.