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"-Hanna, estás tan apretada."

No.

Debo alejar esos perversos pensamientos de mi mente, solo fueron un par de veces, no somos nada aún.

Que hayamos compartido cama no quiere decir que en verdad nuestros sentimientos sean mutuos, ¿o sí?

"-¿Hmm?, ¿Qué siento por ti? ¡Me gustas!"

¡Mierda! Pero yo... le quiero, le quiero y mucho.

Si me pusieran a elegir entre él o mil mochis lo elegiría a él aunque me doliera.

¡Ay! Mochis. Desearía comerme uno, que pena que no será posible, ya he gastado el dinero en algo más importante.

Continué caminando por la avenida a toda prisa imaginando lo delicioso que se vería ese postre si le agregara jarabe de caramelo, había venido a una de las pocas farmacias de por aquí cerca de la academia a comprar un test de embarazo sin que nadie se enterara, menos mal que todavía no ponían cámaras de seguridad por la zona.

Me apresuré a buscar un local para acabar con estos nervios que empezaban a incomodarme.

Esto aclararía mis sospechas. Las náuseas se hacían cada vez más frecuentes de lo normal y no creo que fueran por exceder mis límites físicos o malditos. Sentía que mi cuerpo estaba raro.

¡Genial!

Me detuve. Había encontrado una cafetería abierta.

-¡Buenos días! Disculpe la intromisión, ¿tienen servicios higiénicos aquí? -al entrar le pregunté a un mesero que limpiaba las mesas.

No atraían mucha clientela a estas horas.

-Claro -señaló unos carteles en la parte de atrás del lugar.

¡Por Dios, nunca imaginé hacer esto!

-B-bien. Deseo un café expreso por favor, para llevar.

-Por supuesto, serían 160 ¥.

Le extendí el dinero y fui a los baños de damas. Para mi sorpresa se hallaban maravillosamente limpios.

Aquí vamos.

Hice lo que tenía que hacer con aquella prueba siguiendo las instrucciones de la caja que traía guardada en la cartera, ahora solo debía esperar unos minutos y programar el reloj en mi teléfono para que me avisara cuando esté lista.

¡Uff!

¿Qué haría si salía positivo?

Hasta cierto punto era seguro que el resultado fuera ese.

No quiero ser madre tan joven, apenas tengo quince años, pero tampoco quiero abortar, no podría hacerle eso a un bebé que no tiene la culpa de nada.

Satoru... ¿Él que haría?, no era un chico responsable de sus actos de eso estaba más que segura. Era orgulloso, arrogante. Un completo patán, sin duda sería un mal padre. ¿Él me cuidaría en este estado? No lo creo capaz, además, el clan Gojo era un gran problema.

Me matarían si supieran de este escándalo.

Sonó la alarma de mi celular.

¿Ya han pasado los tres minutos?

Agarré la prueba y miré el pequeño panel digital.

Embarazada +3.

Significa que llevo más de tres semanas.

-Lo sabía, sabía que esas ganas de comer pasteles eran antojos -rompí a llorar.

Estaba frustrada.

𝑴𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑴𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora