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Se suponía que yo no iba a participar en la competencia de intercambio, era la única de grado especial a diferencia de los demás jóvenes hechiceros, lo que significaba una supuesta desventaja para el equipo contrario, y, como el año anterior tampoco lo había hecho, no me había esperanzado nuevamente.

Los directores quisieron proyectar equidad aquella vez, por lo que para equilibrar las cosas en el último festival dejaron que el "seis ojos" concursara contra los hijos de dos de los Tres Grandes Clanes residentes en Kioto, Kamo-sempai y Naoya Zenin, juntos y con más miembros que los de Tokyo mi bando parecía tener una enorme ventaja aún por sobre el chamán de primer grado asignado como rival, así que no fue una sorpresa que no me dejaran formar parte del equipo en mi segundo año, lo contrario a cuando anunciaron que suplantaría a uno de primero en esta oportunidad.

—¡Llegamos!¡Qué emoción! —exclamó Nitta Akari, la menor de todos, saliendo con su equipaje de la camioneta en la que nos habíamos transportado desde el aeropuerto.

—No te entusiasmes tanto —le refutó Atsuya, quien estaba ayudándome a bajar unos bolsos del maletero—, regresaremos mañana.

Sonreí disimuladamente.

—¡¿Qué?! —abrió exorbitantemente los ojos y giró hacia el maestro que nos acompañaba, este le había dicho que el viaje iba a ser similar a unas pequeñas vacaciones para que no se negara a venir— ¡Sensei...!

Nuestro profesor la observó frío de pies a cabeza y se alejó de nosotros.

—Apresúrense y vayan a instalarse, ya vuelvo —ingresó primero y encendiendo un cigarrillo se fue a quien sabe dónde, dejándonos a nuestra suerte en la entrada principal de la escuela técnica ahora adversaria.

—¿Porqué primer año vino? Nunca participan en este evento.

—Gojo Satoru ganó la vez anterior —Naoya respondió la duda de Kusakabe—, su victoria fue tan aplastante que Kamo les reclamó a los directores durante horas luego de ver los resultados finales, gracias un par de amenazas de su parte ahora tenemos a Hanna y a esta niña de aquí —señaló a una distraída Nitta, que empezó a recorrer con la vista el mañanero lugar a través de su teléfono, sacando tomas al paisaje de a pocos.

Cada uno contaba con una maleta y mochila. En mi caso me apoyé de carteras para mis cosas personales, dado que tenía la necesidad de mantener organizado todo por separado, había adquirido ese hábito desde mi estancia en mi departamento en Kioto.

Avanzamos hacia el interior del colegio luego de observar la partida del vehículo ya sin nada de carga, siendo yo la guía. Nuestro sitio de hospedaje sería en el otro extremo de donde se ubicaban las habitaciones de los estudiantes residentes.

—Suzuki-san, tenía planeado ir de compras por la tarde, ¿me acompañas? —preguntó Nitta tras acabar con su "sesión de fotos".

—No cargaré con tus bolsas —afirmé.

—Planeaba encargárselas a Kusakabe sempai.

Ambas volteamos a mirarlo.

—¿Yo? —se señaló, quedando estático unos momentos.

—Mmh, vale.

Así, sí voy.

Continuamos a paso apresurado antes que el compañero dijera algún comentario más, seguidas por el Zenin.

—¡Esperen!¡Chicas, no tomen decisiones por mí!

Pasamos por el caminito de piedras que nos dirigían al edificio indicado.

—¿Crees que nos toquen buenas habitaciones? —preguntó Nitta visualizando la estructura a lo lejos.

—Supongo —achiné los ojos, una personita se hallaba parada casi al costado de la puerta principal, la reconocí—. Oye, ¿te apetece hacer pijamada hoy?

𝑴𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑴𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora