𝑴𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑴𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 | Gojo Satoru

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-Sé que uno de ustedes abandonó al profesor asistente diciéndole que "pusiera la cortina él mismo" y se olvidó de hacerla -Yaga nos tenía postrados en el suelo del aula. En la televisión se podía escuchar el reportaje del incidente: "A continuación, un accidente relacionado con una explosión... ¿Ocurrió por una tubería de gas oxidada? ¡Hablemos con nuestros reporteros enviados!"- Díganme, ¿quién fue?

Señalamos disimuladamente a Satoru, este levantó la mano.

-Profesor, ¿porqué no nos olvidamos del culpable?

-Así que fuiste tú...

Le dio un golpe en la frente.

-¿En serio son tan necesarias las cortinas? -el sensei se fue una vez terminó de regañarle y nos mandó a castigar a los cuatro. No saldríamos del salón hasta la cena- ¿Qué tiene de malo que nos vean las personas normales? De todos modos no pueden ver las maldiciones ni los hechizos.

Estaba sentada al costado de Shoko en el conjunto de mesas que unimos para juntarnos a hablar y pasar el rato, ambas jugábamos con los lentes de sol del albino mientras que los dos varones veían nuestras pendejadas.

-Obviamente no está bien Satoru, si controlamos las apariciones de las maldiciones es precisamente para que la gente esté tranquila.

-Y por eso hacemos todo lo posible, para ocultar amenazas que no pueden ni ver -me saqué los lentes y con cuidado se los extendí a su dueño, no servían pero quedaban geniales con el uniforme.

-No es solo eso...

-Bueno, bueno, ya entendí -se volvió a colocar sus gafas- que pereza da tener que cuidar a los débiles.

Shoko y yo nos miramos, asentimos y en silencio nos retiramos, estos dos iban a discutir otra vez.

Era un problema que ambos chicos siendo mejores amigos no compartieran las mismas ideologías, no podíamos estar en paz cada que se peleaban.

Nos fuimos a los baños de damas que estaba cruzando el pasillo.

-¿Tienes un encendedor? -dijo luego de salir de un cubículo.

-Nop.

Sacó una caja de cigarrillos del bolsillo.

-¡Asco, primero lávate las manos!

-Ya me eché alcohol en gel, no necesito hacerlo.

-Eso es solo para emergencias... allá tú. A ver, acércate -levanté un dedo y al instante apareció una pequeña llamarada encima de él. La castaña con el cigarrillo en la boca se aproximó y esperó hasta que se encendiera, cuando lo hizo extinguí el fuego- Listo.

-¿Cuándo obtuviste ese poder?

-Ayer. La nueva canción top uno de la semana lo produjo, tienes que escucharla.

-Sin duda lo haré... ¿Crees que esos tontos hayan vuelto a destrozar el aula?

Suspiré.

-Lo más probable es que sea así.

[...]

¡No es justo!

-No insistas, no fue decisión mía.

-Pero...

-Oye, deberías conformarte con participar -mi tutor se rascó la cabeza-. Tengen estuvo absorto en involucrarte en esta misión, entendiendo los motivos imagino que puso un gran esfuerzo en permitir que le asistieras.

-¿Y qué dice Shoko de esto?

-Ella está muy feliz con su papel.

-No. Hablo de enviar a dos subnormales a una importante labor, prácticamente los han mandado a proteger a una recipiente de suma importancia siendo todavía unos simples estudiantes de academia, los peligros que representan juntos...