𝐍𝐢𝐧𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐠 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐡𝐬 (𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞)

[𝚃𝚛𝚎𝚜] 𝙰𝚕𝚐𝚘 𝚛𝚊𝚛𝚘

Esta vez Steve había pasado por mí al trabajo, ni siquiera tuve tiempo de sentirme cansado o con algún dolor como regularmente me pasaba en las últimas semanas.

Estaba nervioso ¿Cómo carajos se suponía que le diría algo como esto a Steve?

Ni siquiera estaba seguro de cómo iba a tomar la noticia.

­- ¿De nuevo estás raro?- preguntó haciéndome parpadear y lo miré.

-Yo... No, no, para nada, estoy bien- asentí repetidas veces y él musitó un "okey".

Al llegar a casa detuvo el auto frente a esta, y al bajar de éste me tomó del brazo.

-Espera, tengo una sorpresa.

- ¿Sorpresa?- tomó la bandana que colgaba del bolsillo trasero de mi pantalón y me vendó los ojos. - ¿Qué haces?

-Nada de preguntas, lo amarás en cuanto lo veas- comenzamos a caminar mientras él me sostenía de la mano.

En cuanto abrió la puerta pude sentir un rico ahora que entraba por mis fosas nasales.

En los últimos días mi sentido del olfato se había agudizado un poco.

- ¿Qué es esto Harrington?- pregunté en cuanto quitó la venda de mis ojos.

-Una cena, para nosotros, siento que éstos últimos días hemos tenido demasiadas discusiones tontas, sólo quería una noche de tregua para ambos.

Era cierto, desde hacía algunas semanas habíamos tenido discusiones bastante tontas, casi todas iniciadas por mí.

Porque su loción olía mucho y me daba asco, porque hacía mucho ruido al dormir, conducía demasiado rápido, porque a veces lo que hacía de comer quedaba demasiado condimentado... Básicamente para mí todo era una queja constante aunando los malestares que tenía por las mañanas y además todas las cosas de ayer...

Sólo que ahora ya sabía cuál era la causa de todas esas cosas y de mi extraño humor.

-Ven- tomó mi mano para llevarme hasta la mesa.

Definitivamente no pensaba darle la noticia ahora, era un mal momento, pésimo momento en realidad, además, aún seguía asustado.

Comíamos en completo silencio, tomaba pequeñas pausas ya que sentía algunas ligeras náuseas y no quería arruinar el momento.

- ¿En qué piensas?- preguntó colocando su mano sobre mi pierna. - ¿Te sientes mal?- negué.

-Estaba pensando que... Tal vez podríamos uhm... Hacer algo más- propuse separando la vista de mi plato para verlo.

- ¿Algo más?- ladeó la cabeza y yo levanté ambas cejas. -Oh, claro, algo más- asentí jugando con el reto de comida que quedaba en mi plato. - ¿Estás seguro que quieres hacerlo?- asentí y él se encogió de hombros.

Dejó su plato a un lado y se acercó a mí para comenzar a besarme.

Definitivamente había sido una buena idea el hacer esto con tal de que dejara de hacer preguntas sobre mi comportamiento.

Caminamos torpemente hasta la habitación, agradecía con mi vida que el colchón ya no estuviera en el suelo.

Steve me empujó delicadamente a la cama y se colocó encima de mí.

En cuanto noté que intentó quitar mi playera, lo detuve.

- ¡Espera!- exclamé y él se separó un poco más de mi para mirarme. -Puedes... ¿Apagar la luz?

-Apagar la... ¿Luz?

-Sí, lo que oíste Steve, apaga la luz.

-Nunca hemos hecho eso- se removió de encima mío por completo para sentarse a horcajadas en la cama. - ¿Está todo en orden? Has estado demasiado extraño desde ayer.