[𝙲𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘] 𝙽𝚘𝚝𝚒𝚌𝚒𝚊

1.3K 104 15
                                    

Sentí las piernas débiles mientras terminaba de acomodar los vinilos y me recargué sobre el estante.

-Oye, ¿Estás bien?- Gareth dejó los casetes y se acercó a mí para tomarme del hombro.

-Sí, todo bien, fue sólo un mareo.

- ¿Seguro? Has estado actuando demasiado extraño desde ayer en la mañana ¿Hay algo que quieras compartir con tu mejor amigo?

- ¿Puedes guardar un secreto?- pregunté mirando mis manos mientras las movía.

- ¿Secreto?- ladeó la cabeza intentando verme.

-Estoy... Estoy embarazado- conté con algo de pena y un nudo en la garganta.

-Oh mierda...- soltó cubriéndose la boca y yo asentí.

-Oh mierda- repetí.

-Y ¿Es de Steve?- preguntó haciéndome fruncir el ceño y mirarlo.

-Por supuesto que es de Steve, idiota, ¿De quién más?

-Fue sólo pregunta, perdón- asentí sintiéndome al borde del llanto. - ¿Y él lo sabe?- negué apretando los ojos para después pasarme una mano por el rostro. - ¿Y cómo crees que él lo tome?

- ¿Sinceramente?- Emerson asintió y yo solté un suspiro. -No tengo idea, pero espero lo tome de buena forma o no sé qué haré- coloqué una de mis manos cerca del área inferior del ombligo y miré hacia la enorme ventana de la tienda.

- ¿Desde cuándo lo sabes?

-Ayer me hice una prueba...

-Oh carajo ¿Era entonces por eso todo lo de tus cansancios y cosas raras que te pasaban?

-Eso creo.

- ¿Y cuándo piensas decírselo?

-No lo sé Gareth, estoy aterrado.

-Bueno, en definitiva puedo asegurarte que ninguna persona está preparada para ser padre- afirmó. -Y mucho menos si tienes 20 y acabas de mudarte con tu novio hace apenas 4 meses- agregó. -Pero Steve te ama, nadie tiene duda de ello, puedo asegurarte con la mano en el corazón que el idiota de Harrington amará la noticia.

- ¿Tú crees?

-Con la mano en el corazón- aseguró.

El contarle a alguien la noticia me hizo sentir un poco aliviado, un poco más libre, sin embargo aún faltaba decírselo a la persona más importante, Steve.

Seguí mi día habitual de trabajo, con la excepción de que esta vez salí mucho más temprano de lo normal y sin decirle absolutamente nada a Steve.

No podía ocultarle algo como esto, no al menos en poco tiempo, no sabía aún cuántos meses tenía. Además, las palabras que Gareth me había dicho, me otorgaron un poco de seguridad para decirle a Steve que estaba esperando un bebé.

Me despedí de Gareth y salí rumbo al centro comercial, caminando directamente hasta el pasillo donde había toda clase de cosas para bebé.

-Hay muchas cosas bonitas por aquí- caminé observando toda la ropa pequeña colgada en los estantes.

Pero mi mirada se concentró específicamente en un pañalero completamente negro, me acerqué a él y lo tomé entre mis manos.

Fue un choque de emociones el sostener algo tan pequeño y delicado como eso entre mis manos, no podía imaginar cómo sería sostener un ser humano de ese mismo tamaño, tan frágil y delicado.

- ¿Crees que a Steve le guste?- pregunté mirando mi abdomen plano. -Espero que sí- susurré soltando aire por la boca.

Seguí viendo unas cuántas cosas más, después caminé hacia la caja para pagarlo y estar en casa antes de que Steve volviera del trabajo.

Al llegar, busqué la prueba en el cajón donde la había guardado, coloqué ambas cosas detrás de mi espalda y solamente me senté en el sillón de la sala, esperando a que Steve llegara.

En cuanto escuché el sonido del auto estacionándose frente a la casa, y las llaves abriendo la puerta supe que a partir de aquí ya no habría marcha atrás.

-Saliste temprano- mencionó cerrando la puerta tras él y asentí. - ¿Por qué no me dijiste? Pasé a buscarte y Gareth dijo que ya no estabas- no dije nada, en realidad no sabía qué decir, estaba aterrado. - ¿Sigues molesto por lo de anoche?- preguntó Steve y yo mordí mi labio para arrancar un pellejito de este.

Se acercó a mí y se sentó a mi lado en el sillón, colocando una de sus manos sobre mi rodilla para hacer que ésta dejara de moverse.

- ¿Qué pasa?

-Podemos... ¿Hablar? Tengo algo realmente importante que quiero decirte- al fin solté.

- ¿Debo preocuparme?- asentí con algo de duda y pude ver como palideció en un segundo.

Saqué el pañalero y la prueba detrás de mí y la extendí a Steve quien sólo las miró perplejo.

-Vamos a... Ser papás- dije con voz temblorosa y lentamente Steve tomó aquello de mis manos para mirarlo con detenimiento. - ¿Sorpresa?- titubeé mientras Steve sostenía la pequeña prenda entre sus manos y la prueba en su regazo.

-Es... ¿Es real?- preguntó con voz quebrada para después mirarme y yo asentí. -Cuándo... ¿Cuándo lo supiste?

-Ayer por la mañana- froté mis manos sudorosas en mis piernas mientras las miraba.

-Por dios, Robin tenía razón- musitó y lo miré.

- ¿Robin?

- ¿Cómo pude ser tan imbécil?- omitió mi pregunta y yo arqueé una ceja. -Comías cosas que antes ni siquiera te gustaban, vomitabas, tu humor tan raro y... Ahora entiendo por qué contrajiste el abdomen cuando estábamos a punto de hacerlo, era por esto- colocó su mano sobre mi vientre y yo lo miré. -Eddie ¿Por qué mierda no me lo dijiste antes?

-No lo sé, estaba asustado y... Tenía miedo sobre tu reacción...

- ¿Pensaste que te abandonaría?

-Digo, fue todo demasiado rápido, hace apenas unos meses nos mudamos juntos...

-Eddie, no sabes lo jodidamente feliz y asustado que me siento- me abrazó pegándome más a él y sentí un peso menos encima. -En realidad estoy más feliz que nada- agregó y suspiré colocando mis manos en su espalda. -Gracias- musitó en completo llanto.

-No sé si estoy listo para algo así- confesé con miedo mientras me separaba de él para mirarlo. -Hace dos semanas estaba jugando D&D con mis ñoños amigos de 15 ¿Y ahora resulta que voy a ser papá?- cubrí mi rostro completamente aterrado y sentí a Steve rodeándome con sus brazos una vez más.

-Vamos a ser papás- susurró y lo miré. -Vamos ¿De acuerdo? Será tarea de ambos, no voy a dejarte solo, para empezar ni siquiera quiero dejarte solo- dejó un sonoro beso en mi frente y yo sorbí mi nariz.

-Seré un asco de padre- reí entre lágrimas y él limpio mis ojos.

-Seremos un desastre, pero podremos con esto, ya verás- aparté unas cuantas lágrimas de sus ojos mientras él pegaba el pañalero a su pecho. - ¿Te imaginas a una princesa corriendo y jugando por toda la casa? Que tenga tus mismos ojos, tus hoyuelos...

-O que tenga tu suave cabello, unos lunares y una nariz tan perfecta como la tuya- musité enredado uno de mis dedos en el cabello castaño de Steve.

-O a un lindo niño. Inteligente como tú, con tu mismo cabello...

-Con tu altura y tu linda sonrisa- agregué y besé a Steve.

-Tenemos que ir mañana mismo al médico, tenemos que saber cómo está este o esta pequeña- colocó su mano sobre mi abdomen plano y yo coloqué mi mano sobre la suya. -Y saber cuántos meses tienes, y todos los cuidados necesarios para estos largos meses.

-Suena bastante aterrador.

-Lo es- afirmó y bajé la vista a nuestras manos. -También tenemos que contarle sobre esto a Wayne y a mis padres- dijo haciéndome mirarlo y tragué saliva con pesar.

-Mierda...- era verdad, había olvidado por completo esa parte, y también la parte sobre qué iba a decir la gente, y de nuevo el pánico me invadió.

-Pero tranquilo, lo fundamental ahora es saber cómo está nuestro bebé.

Nuestro bebé.

𝐍𝐢𝐧𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐠 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐡𝐬 (𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora