𝐍𝐢𝐧𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐠 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐡𝐬 (𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞)

[𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎] 𝙿𝚎𝚕𝚞𝚜𝚒𝚝𝚊

Semana 20.

La noticia de la llegada de una niña a nuestro hogar al parecer había logrado mover fibras sensibles dentro del padre de Steve.

Quien simplemente al escuchar la noticia no había podido parar de llorar por la emoción, se veía un hombre completamente serio, pero yo sabía que dentro de él había un buen corazón.

Beatriz había enloquecido de emoción con la noticia, volviéndola un poco más cercana a mí, y Wayne... Bueno, Wayne por poco se desmaya, pero logramos contenerlo.

La semana era dura... Y pesada, para mí y mi espalda, hace una semana había dejado de asistir al trabajo, no como una renuncia sino más bien como un descanso, así que básicamente solamente éramos pelusita y yo en casa haciéndonos compañía, de vez en cuando venía Dustin, o Max, o Will... O todos, nunca estábamos aburridos.

-...Ya sé, sé que probablemente todo lo que te estoy contando suena medio fantasioso, pero no sabes el miedo que sentí cuando vi a esa cosa de carne trepando el centro comercial, pensé que tu padre y yo íbamos a morir... Dios, ojalá hubieras podido ver su rostro todo golpeado, fue horrible- el sonido del marco de la puerta siendo golpeado me hizo separar la vista de mi vientre para ponerla en la puerta.

- ¿Qué hacías?- preguntó Steve confundido mientras se adentraba a la habitación.

-Platicando con pelusita, la doctora dijo que quizás la bebé ya podría escucharme y quizás también comenzar a patear.

- ¿Pelusita?- preguntó intrigado sentándose en el borde de la cama.

-Es algo así como... Un apodo para referirme a Lilith, tu madre me dijo que a tí te llamaba "calabacita"- dije haciendo comillas con los dedos y después reí. -Así que yo también quería que Lilith tuviera un apodo aunque aún estuviera aquí dentro- asintió mirando mi vientre y después habló.

- ¿Y por qué pelusita?- apartó la vista de mí abdomen para ponerla en mi rostro.

-Porque siento que cuando la tenga en mis brazos, será tan pequeña y suave como una pelusa... Así que escogí decirle pelusita, ¿Verdad que sí?- pasé las yemas de mis dedos por mi vientre bajo y sentí apenas un pequeño movimiento dentro de mí.

-Me gusta pelusita- musitó Steve colocando su mano en mi vientre. -Es perfecto- sonrió acercando su rostro a mi estómago para hacer suaves caricias sobre este con su nariz.

Después de algunos minutos de silencio y caricias a mi vientre por parte de ambos, Steve habló.

- ¿Te imaginas cuando pelusita nos pregunte cómo nos conocimos?

- ¿Qué vas a contarle? ¿Que fuiste demasiado cobarde para pedirme una cita frente a frente y solamente estuviste mandándome notas?

-Oye, quieras o no eso funcionó, Lilith es una prueba de ello- dió un suave beso en mi vientre y yo acaricie su cabello. -Me gusta recordar cómo comenzamos a salir ¿Hace dos año?- preguntó e hice un gesto de completa seriedad.

- ¿Es en serio?

- ¡Estoy jugando! Por supuesto que me acuerdo, ¿Cómo no voy a recordar uno de los mejores días de mi vida?

[...]

- ¿Ya vas a hablarle o piensas sólo mirarlo desde las sobras como un acosador?- preguntó Robin a un Steve completamente embelesado observando a Eddie del otro lado del comedor, moviendo las manos de forma eufórica y siendo básicamente él.

Compartían clase juntos, de hecho se suponía que se graduarían al par ya que eran de la misma generación, pero digamos que en la vida de Eddie había otros planes hasta ese momento.