𝐍𝐢𝐧𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐠 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐡𝐬 (𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞)

[𝙾𝚗𝚌𝚎] 𝟹𝟷 𝚜𝚎𝚖𝚊𝚗𝚊𝚜

Semana 31.

6 semanas que pasaron sumamente rápido a nuestro parecer, entre armar la cuna, pintar la habitación y comprar ropita para Lilith el tiempo se nos iba demasiado rápido.

En nuestra última visita con la ginecóloga nos habían dicho que ahora pelusita medía aproximadamente 39 centímetros y pesaba alrededor de 1.650 gramos.

Una bebita muy sana y de buen tamaño y peso.

Y ahora bajo la advertencia, que más bien había parecido amenaza por parte de Steve, hacía semanas que nadie comentaba absolutamente nada de mi apariencia, incluso yo había comenzado a aprender a aceptar mi ahora nuevo cuerpo, con las nuevas marquitas bajo mi vientre que habían aparecido hacia 3 semanas.

-Sólo unas semanas más y esta pelusita va a estar lista para salir ¿Verdad que sí?- preguntó Steve para después besar repetidas veces mi vientre mientras yo acariciaba su cabello. -Para que conozca a sus papis, y a todos sus tíos, a sus abuelos, a todo el mundo- se escabulló por las sabanas hasta estar frente a mí.

Me acerqué a besarlo mientras él colocaba una de sus manos en mi trasero, cuando nos separamos, Steve habló.

- ¿Hueles eso?- preguntó y olfateó y yo lo imité.

- ¿Qué cosa?

-Huele a...- se detuvo un segundo y se acercó a mi pecho. -Leche.

- ¿Leche?- tomé mi playera y sentí humedad en ella. -Puta madre- mascullé mientras la soltaba.

- ¿Por qué tienes leche en la playera?

-Por pelusita, ¿Por qué más?

-Cierto, sí, lo olvidé por completo- sacudió ligeramente la cabeza para quitar la vista de mi pecho y mirarme. - ¿Necesitas que te de una playera limpia del armario?

- ¿Puedes darme tu playera amarilla?- pregunté haciendo un puchero y asintió.

-Lo que sea para mis dos amores- besó mi frente y se levantó de la cama para encender la lámpara de la mesita de noche y encaminarse al armario. - ¿Crees que te quede?- preguntó sacando la prenda para después sacudirla. -Sabes que jamás preguntaría algo así para molestarte, y menos con lo que pasó hace unas semanas, sólo lo digo por tu comodidad- volvió a la cama y yo me senté.

-Probablemente como crop top, pero no importa- me quité la playera bajo la atenta mirada de Steve. - ¿Qué?- pregunté tirando la playera sucia al suelo y posé una de mis manos sobre mi vientre.

-Es que te ves...

- ¿Gordo?- pregunté mirándome para después mirarlo a él.

-Hermoso- se acercó a besarme y sentí poco a poco como mis mejillas comenzaban a ponerse calientes.

Con una de sus manos recorrió toda mi espalda hasta llegar una vez más a mi trasero, el beso pasó de ser lento a volverse completamente salvaje mientras yo mordía el labio inferior de Steve, y esto sólo provocaba que intensificara el agarre en mi trasero.

-Necesito hacértelo ahora- susurró al separarse de mí y yo arqueé una de mis cejas.

- ¿Ahora? ¿En verdad es necesario?

-Con suma urgencia- con cuidado me recostó sobre la cama mientras me tomaba de las muñecas y seguía besándome.

-Me estás aplastando- dije a mitad del beso y Steve se separó de mí.

- ¿Y entonces cómo lo hago?- preguntó con respiración agitada.

-No lo sé- ambos nos sentamos en la cama y nos miramos.