Sigma.

Capítulo seis

El rechazo de Baekhyun fue inesperadamente doloroso para Chanyeol. Jamás se había sentido tan mal en años y que la razón sea por un omega con el que durmió una vez.

Después de que el pequeño le hubiera dicho esas palabras, todo el lugar se había quedado en silencio, mientras se veían a los ojos con distintos sentimientos cruzando por ellos.

Finalmente, Baekhyun había roto el contacto, desviando su mirada y levantándose de su lugar, pidiéndole por favor que se marchara de su casa y que no se preocupara por nada, que cuando llegara el día del nacimiento, lo iba a contactar.

Chanyeol no había dicho nada y le dio una última mirada, antes de marcharse en silencio, olvidándose que había traído con él, los obsequios y las flores, pero repitiendo en su cabeza la voz de Baekhyun negando su preposición.

De vuelta en su auto, emprendió viaje a Seúl. Sintiendo que dejó una parte de él en aquel edificio.

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Hay días en los que Chanyeol se preguntaba si ser sigma era una maldición o una bendición, y cómo sería su vida si hubiera nacido como un alfa. ¿Habría cumplido su sueño de tener una empresa también? ¿Estaría viviendo un matrimonio feliz con algún omega y con el que tuvo sus hijos?

Tenía muchas preguntas, pero no respuestas. Además, de nada le servía pensar en eso, si al final del día seguía siendo Park Chanyeol, nacido sigma y una persona solitaria, a pesar de tener personas que lo apreciaban a su alrededor.

Cuando pasó la puerta de su apartamento, lo primero que lo recibió fue la voz de Baekhyun saliendo de los altoparlantes. Caminó rápidamente hasta el equipo musical y lo apagó.

— Pero qué mier- Yuna entró en la sala y se detuvo cuando vio a su padre allí. — ¿Por qué apagaste la música? Estaba haciendo mis deberes.

El sigma no respondió, todavía con el dedo sobre el botón de apagado/encendido del aparato.

— ¿Papá? ¿Sucedió algo? — La joven alfa preguntó preocupada.

— Lo siento. — La voz ronca de Chanyeol, sorprendió a su hija.

— No entiendo, ¿Por qué te disculpas? No me digas que me mandaras a casa de nuevo con mamá. — Exclamó Yuna. — Acordamos que pasaría mi último año escolar contigo.

El más alto sacudió su cabeza y se volteó a ver a su primogénita.

— Lo siento por romperle el corazón a tu ídolo.

Yuna frunció el ceño y luego su expresión cambió a sorpresa.

— ¡Oh, por Dios, lo hiciste! — Apuntó al más alto. — Te lo advertí, papá.

Chanyeol miró a su hija sin expresión.

— Dijiste que no pasaba nada con Baekhyun. ¿Es por eso que se fue a hiatus? ¿Por qué no quiere verte?

El alto se acarició la nuca y miró hacia otro lado.

— En parte sí, pero hay otra razón. — Chanyeol suspiró y se acercó al sofá, sentándose y tirando su cabeza hacia el respaldo, cerrando los ojos.

— ¿Qué otra razón? — Yuna fue a sentarse a su lado y admiró el perfil de su papá, parecía cansado y ahora que estaba cerca, podía notar un rastro de lágrimas secas en sus mejillas. ¿Había llorado?

— Baekhyun está embarazado. Tú y Sunghoon serán hermanos mayores. — Confesó suavemente.

Yuna jadeó de sorpresa. ¿Su ídolo será papá de su nuevo hermanito?