Sigma.

Capítulo doce

Chanyeol miraba con ojos llenos de amor y calidez al omega con Aeri en brazos, mientras la alimentaba con su mamadera.

Luego de la escena en la cafetería, el sigma había reaccionado rápido, llevándolos a ambos al estudio, dejando a Yuna con su tío mientras tanto, ya que sentía que debían estar solos en ese momento.

Cuando Baekhyun le pidió a su hija a Junmyeon, el CEO había dudado momentáneamente, pero finalmente con una sonrisa nerviosa se la entregó con cuidado en los brazos inexpertos de ídolo, el llanto ensordecedor de la pequeña, desapareció como arte de magia.

El sigma estaba feliz por el primer paso que había dado Baekhyun, pero eso no significaba que las cosas serían tan fáciles, iban a tener que trabajar mucho en el futuro.

El alto se acercó al sofá y se sentó al lado del menor, observando su perfil y sus labios moviéndose mientras le susurraba cosas a la bebé de un poco más de seis meses.

— Sabes, realmente no puedo creer verte finalmente con Aeri... Estoy muy feliz... — Chanyeol rompió el silencio que solo era llenado por los ruiditos que hacía la niña al tomar la leche. Baekhyun levantó su mirada con sus ojos caídos, rojos e hinchados. — Sin embargo, eso no significa que después de aquí puedes irte con ella a casa.

El omega desvío su mirada nuevamente a su hija.

— Ya sé. — Murmuró despacio el pequeño. — ¿Pero puedo verla, verdad? Además, mis sesiones de terapia comenzarán la próxima semana.

— Eso es muy bueno, Baek. Estoy muy orgulloso de ti, corazón. — Chanyeol le acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja. — Y por supuesto que puedes verla, ella es tu hija también.

El jovencito asintió, sonriendo tiernamente y mirando a Aeri quedándose dormida mientras terminaba de tomar lo último de la mamadera. Cuando terminó, Chanyeol le dijo que primero la hiciera eructar, por lo que lo ayudó a hacerlo y minutos después, la pequeña se encontraba dormida en los brazos del omega.

— Uhm, Chanyeol... — Baekhyun habló en voz baja, para no perturbar el sueño de Aeri.

— ¿Sí, corazón?

— Nos falta grabar una canción todavía...

— ¿Quieres grabarla ahora? — Chanyeol le preguntó curioso. Baekhyun entre calo su mirada entre el sigma y la niña. — Podemos hacerlo, si quieres...

— Pero... Aeri...

— Su cochecito quedó con Yuna, puedo decirle que lo traiga y la acostamos ahí, mientras nosotros terminamos de grabar. — El sigma trató de darle una solución.

— ¿Y si llora?

— Bueno, si lo hace, podemos parar y encargarnos de ella.

Baekhyun tarareó y asintió.

— O podemos retrasar la grabación e irnos a otro lugar... — Chanyeol insinuó con una pequeña sonrisa.

— ¿A dónde?

— A mi apartamento.

El omega abrió la boca y la volvió a cerrar, parpadeando repetidamente sin saber qué decir.

— Si no quieres ir ahí, podemos ir a un lugar que prefieras tú.

— No, no, está bien, vayamos allí. — Baekhyun respondió levemente sonrojado. — Primero tengo que avisarle a Mingyu sobre la situación.

Chanyeol sacudió su cabeza.

— No te preocupes, ya he hablado con él.

— ¿Uh? ¿Cuándo? — Baekhyun preguntó confundido con el ceño fruncido.