Capítulo ocho

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Baekhyun estaba nervioso. Después de un año en hiatus, volvería a la empresa para preparar su próximo comeback.

Ya había arreglado su horario con Mingyu y lo primero que tenía en su agenda era una reunión con su equipo.

Después de la cesárea, hizo el reposo debido, hasta que finalmente su doctora le dio el pulgar hacia arriba para volver a sus actividades sin hacer demasiada fuerza. Sin embargo, se tomó un par de semanas más a pedido de sus padres.

Ambos habían sido de gran ayuda desde el momento que se enteraron que estaba teniendo un bebé hasta después del nacimiento, pero todavía se le revuelve el estómago cuando recuerda las miradas llenas de decepción cuando al día siguiente de la operación, Chanyeol les dijo que tomaría la custodia completa de la niña y que eran libres de verla cuando deseen.

Baekhyun había ignorado todo el asunto aquel y también ese día había sido la última vez que había visto al hombre más alto.

Sabía que su madre estaba en contacto continuo con el sigma por las conversaciones a escondidas que tenía con su padre, ya que frente a él no mencionan nada, pero a él no le importaba demasiado que hicieran eso.

Incluso a veces deseaba olvidar que había tenido un bebé, pero el hecho de que tenía que ver todos los días la cicatriz en su estómago y extraer la leche de su pecho, no podía hacerlo si quisiese.

Debido a que producía demasiada leche, su madre le había convencido de que pusiera lo extraído en botellas y las colocara en la heladera. Él no se había negado a hacerlo porque muy en el fondo sabía que era para la niña. Lo confirmó cuando una tarde escuchó desde su habitación a Chanyeol en el apartamento de sus padres y las botellas faltantes en el refrigerador cuando lo revisó más tarde esa noche, fingiendo buscar algo para comer.

Baekhyun se aburría estando todo el día dentro del apartamento, pero tampoco quería salir, temiendo que algún fan lo reconociera, pero a ese punto tenía miedo de que hayan sido olvidado. Además, había estado tan desconectado desde su último comeback que no sabía que había estado pasando en la industria del entretenimiento. Sin embargo, no hacía nada como para averiguar lo que sucedía, no tenía ganas de entrar a las redes sociales o leer comentarios en línea.

El ídolo no veía la hora de regresar a su propio lugar, trabajar en nuevas canciones y coreografías, subirse a los escenarios y cantar para miles de fans.

Y finalmente había llegado el día.

— ¡Baekhyun! ¡Bienvenido! — Su mánager lo saludó felizmente, cuando lo vio bajar de su auto en el estacionamiento subterráneo del edificio.

— Hola, Mingyu. — El más joven se acercó a abrazar al beta. — Te he extrañado.

— Yo también, el grupo que me tocó manejar mientras estabas afuera no era nada comparado contigo. — El hombre mayor le contó.

Baekhyun soltó una risita divertida.

— No creo que haya sido tan malo.

Mingyu tarareó y admiró al más joven.

El ídolo se veía distinto, más maduro diría él. Seguía siendo un omega hermoso y aunque podría notar los cambios en su cuerpo, como las caderas más anchas y su pecho más hinchado, a pesar de usar ropas anchas, no había duda que con un buen concepto llamaría la atención mucho más que antes.

Sin embargo, el beta quería mencionar sobre el embarazo, pero él también había estado en contacto con Junghwa y sabía lo mal que la había pasado.

Sin mencionar que hace días el productor Park había aparecido en el edificio, mientras usaba un portabebés color lavanda y cargaba a una niña de unos seis meses.

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