Capítulo once

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Baekhyun salió apresuradamente del ascensor en el tercer piso

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Baekhyun salió apresuradamente del ascensor en el tercer piso. Se había quedado dormido, haciendo que llegara una hora tarde al estudio.

La noche anterior, había regresado demasiado cansado de su viaje a Busan, luego de haber alargado su estadía de dos a siete días por un problema de organización. Mingyu siempre estaba preparado para situaciones así y siempre confirmaba algunos horarios a último momento, por esa razón pudieron quedarse más tiempo, pero eso había atrasado las grabaciones.

El omega no estaba prestando mucha atención a por dónde iba, cuando una puerta se abrió y chocó contra la persona que salía de allí, haciéndolo tambalearse hacia atrás, pero antes de caerse, lo sostuvieron fuerte del brazo.

— ¿Estás bien? ¿Cuántas veces tengo que decir no corras por los pasillos? — Baekhyun levantó su cabeza y miró el rostro serio de Chanyeol.

— Lo-lo siento. — El omega se recompuso y se zafó del agarre del sigma.

El hombre mayor tarareó y asintió

— ¿A dónde ibas tan apurado? — Chanyeol le preguntó, dándole una mirada de arriba a abajo, posando sus ojos en el cuello esbelto del pequeño y sintiendo un calor florecer en su pecho.

Baekhyun llevaba el collar con el dije de una "A" que le dejó la última vez que lo vio.

— Uhm, yo, me quedé dormido y hace una hora tenía que estar aquí para la grabación de las canciones... — El omega no sabía porque sentía la necesidad de explicarle a Chanyeol aquello.

El sigma miró como el ídolo se sonrojaba de la vergüenza y luego desvió su mirada al reloj, asintiendo.

— Me has hecho esperar una hora y siete minutos, Baekhyun.

— ¿Esperar? ¿Tú vas a ser mi productor? — Preguntó dudoso el más pequeño.

— Por supuesto, ¿quién más? — El más alto le dio una sonrisa burlona. — Eres mi solista estrella, tienes que volver a lo grande, ¿uh?

— O-oh, seguro, sí. — Baekhyun se rascó una mejilla nervioso.

— Bueno, vamos, no perdamos más el tiempo. — Chanyeol se dio media vuelta para volver a entrar al estudio.

— Es-espera, ¿no te estabas yendo a algún lado antes de que yo llegara? — Baekhyun le preguntó con timidez.

El sigma se detuvo y lo miró sobre su hombro.

— Sí, pero ya estás aquí, tenemos que empezar a grabar, puedo hacer lo otro más tarde.

Y es que solo iba a ir hasta el estacionamiento a buscar a Aeri y Yuna, para llevarlas hasta la oficina de Junmyeon, pero ahora que el omega estaba allí, le mandaría un mensaje a su hija diciéndole que subiera directamente.

Aeri había mejorado en los últimos días, obviamente con la ayuda de Mingyu, fue hasta la casa de Baekhyun mientras seguían fuera de la ciudad y se había adueñado de algunas prendas de vestir del menor. Le había prometido al mánager devolverlas, pero éste le dijo que no era necesario y él se encargaría del ídolo si se daba cuenta.

Sigma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora