"La guerra es la única salida que conocemos de este maldito infierno terrenal y a quien muera por la espada enemiga será considerado un verdadero guerrero.."
Castillo de Aren-[Quinto año en el reinado del rey Midas II, tercero en la línea de sucesión en subir al trono]:
Las terribles palabras de la partera y el estado de la reina sólo lograron generar más inquietud en el corazón del rey.
Por más que pensaba en un destino diferente, sabía que no sería bueno que su esposa, la reina de las siete regiones, segunda gran líder del castillo de Aren y madre del primogénito real, no pudiera tener más que solo dos hijos en toda su vida.
En su interior, sabía que el cielo lo castigaba por los pecados que había cometido en el pasado y por todo el daño que le había generado a los inocentes solo para llegar el trono.
–Adelante..-podía ver el rostro de su esposa desde su sitio frente a la ventana, el cansado y aliviado rostro que seguía sin poder ver en los pocos sueños que consideraba buenos.
Los gritos de agonía que sonaron después de que la puerta se cerrara solo hicieron que la culpa que sentía agrandara el sitio que le correspondía en el infierno.
♤Taberna La reina de oro-[Región Este]:
Las noticias sobre la guerra fueron más veloces que las aves imperiales, especialmente en las tabernas de mala muerte donde las "acompañantes" siempre tratan de mantener a los guerreros al tanto de lo que pasa o pasará afuera.
–Una guerra, ¿eh?..-exclama con esa chispa de emoción en sus ojos que casi rodea el borde de la locura antes de beber un enorme trago de su vaso.
–No es cualquier guerra, mi señor..-dice ella antes de acercar sus labios color carmesí a su oído para susurrar las últimas palabras.-se dice que será la última guerra..-eso hizo que una oleada de emoción estallará en todo su cuerpo y una idea vino a su mente con velocidad.
–Entonces..-alza la cabeza y comienza a buscar a su amigo entre la multitud de borrachos.-¡LUCYRIUS!..-exclamó con entusiasmo antes de alzar la copa en su dirección y regalarle una sonrisa triunfante.-brindemos por la próxima invitación real..-su amigo alza su copa desde su sitio en la esquina y le regala una sonrisa cómplice.La alegría de los hombres jamás fue tener a más de una mujer en la cama o el placer que trae el acto sexual, sino la emoción de recibir la orden real de ir a la guerra y defender el reino.
♤
Hornos de fundición-[Región Oeste]:
El fuego es el responsable de la creación de la espada que el soldado usa en la batalla y si este no existiera, quizá no existirían las guerras.
Las chispas que el martillo suelta cuando golpea el metal es la señal de que el fuego ha hecho su parte a la perfección y que ahora debe continuar creando la perfecta obra con su habilidad.
–¿Oíste las noticias, Lion?..-dice el joven en voz muy alta para que traspase el ruido que hace el horno y llegue a los oídos del herrero.
–No hace falta saberlas cuando veo como aumenta la cantidad de las espadas requeridas en el palacio..-dice mientras introduce la espada en el agua y esta suelta una cantidad excesiva de humo.
–Me refiero a la guerra del Norte..-las regiones vecinas salían mucho de su tema de interés, más cuando estas tenían la mirada del rey puesta encima.
–Imagino que ganaron la guerra, ¿no?..-era obvio que para que las noticias sobre el Norte volaran hasta aquí debían de haber ganado la guerra.
–La ganó..-era obvio que su victoria sería aclamada por las siete regiones pero más que todo en el palacio.-quedando solo un soldado del Norte en pie..-esa noticia lo hace alzar la mirada del fuego e imaginar como sería para ese soldado presenciar ese sangriento escenario.
–Que interesante noticia has traído, Basil..-si una guerra venía en camino, luchar al lado del único sobreviviente del Norte sería algo interesante de hacer en un futuro escenario sangriento.
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♤La última guerrera ♤ [En pausa]
Ficción General♤El mundo, tan pequeño e insignificante en la enorme línea de planetas, no es más que una bola llena de desastres y fuego, ardiente y consumidor fuego que ha devorado millones de cuerpos sin vida de los soldados caídos. Las antiguas leyendas cuentan...