Cap. 7 Escarabajo azul

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«Incluso el veneno es delicioso si lo bebemos por decisión propia»

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«Incluso el veneno es delicioso si lo bebemos por decisión propia».
Bully.

Bessie Markness

Adictivo.

Intenso.

Y arrollador.

No puedo describir a la perfección el abismo en el que estoy ni todo lo que él me hace sentir, jamás había amado a un hombre por encima de todo, al menos no por encima de mí, la estulticia en la que nos hemos convertido es exorbitante.

Es exasperante ver cómo ha nublado mi juicio con un beso. Tan solo ha bastado un beso para crear desorden en mi cabeza. No sé qué intenciones trae consigo esta vez para conmigo, pero no le daré de nuevo el placer de verme hundida y derrotada.

Agnis me colocó en un pedestal, mientras que Bradley hizo todo por destruirlo para verme caer. Son personas distintas, pero la manera en que besa es parecida a la de Agnis. No sé qué sucede, ni mucho menos sé por qué estoy comparando. Siempre creí que quien me había dañado había sido Agnis, pasé odiándolo años mientras estuve encerrada viendo cómo cada esperanza que tenía se desvanecía.

El odio que siento hacia él no puede desvanecerse tan rápido como alguna vez lo hicieron mis esperanzas de ser libre. No puedo olvidar o dejar atrás todo lo que me hizo. Quiero venganza, pero mientras Agnis y Bradley sean la misma persona, no cabe la posibilidad de que lleve a cabo algo como eso.

Sus manos se aferraron a mi cintura, su boca no quería separarse de la mía y yo tampoco quería que lo hiciera. Estaba engañándome a mí misma que era él, que había vuelto por mí y que ahora todo sería igual o mejor que antes.

La falta de aire hizo que él y yo nos separamos. En sus ojos no habitaba el brillo ni la devoción con la que Agnis me miraba siempre, en su lugar había superioridad. Él no sentía ni la mínima parte de lo que Agnis sentía por mí. Él me veía como un divertido y complejo desafío que aún no había podido ganar.

La persona frente a mí es literalmente una moneda de dos caras, una que no deja de tener el mismo valor pese a las circunstancias. Y quizá sea una completa locura en considerar... No, jamás. No volveré a caer en lo mismo, no otra vez.

— Permíteme ser tuyo otra vez y corregir lo que hice. Volverás a tener todo lo que perdiste por mi culpa, también estarás en una posición mucho mejor que la anterior, todo será tuyo incluido yo.

No parece estar mintiendo, sin embargo, no descarto la posibilidad de que esto solo sea uno más de sus sucios trucos. Debo pensar objetivamente lo que haré y diré, cualquier rastro de mentira solo me llevará a mi muerte. Porque estoy más que segura que él no vacilaría en matarme.

EL CORAZÓN DE LA EMPERATRIZ © [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora