Sinceridad

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El corazón me da un salto al escuchar la pregunta. ¿Me ha estado esperando? ¿Me ha observado desde que me fui? ¿Sabe dónde he ido?
- Sólo he ido a dar una vuelta. La necesitaba - digo con voz insegura
Me da un beso en la mejilla
- Vale Cariño ¿te has divertido?
No respondo, espero que capte la indirecta . No quiero hablar ahora mismo. Un extraño sentimiento de "acoso" me está empezando a abrumar y no, no entiendo por qué.
***
Cuando vuelvo a despertar es la una de la tarde y Mih ya no se encuentra aquí. Tampoco esta mi madre. ¿Qué ha pasado?
No sé que estarán haciendo esos dos fuera de aquí pero no me gusta nada la verdad.
Voy a mi cuarto de nuevo y cojo un libro. No se sí leerlo o no. Así que para aclarar mis dudas entro en "www.librosdevoradosblog.blogspot.com"
Para ver sí tienen la reseña y veo que sí. ¡Que genial! Aún así me interrumpen y oigo algo en el salón, una especie de chasquido extraño u algo. Voy tranquilamente pero no hay nadie. ¿Quién será? No tengo ni idea. Dirigo mi mirada hacia todas direcciones y sigo sin ver nada. "chac" otra chasquido. No hay nadie. De repente se escucha la puerta de salida y me quedo helado. No se ve nada, sólo mi salón.
Llamo a mi madre corriendo y salgo disparado a mi cuarto, donde me encierro.
- ¿Diga?
-Hola mami, han entrado en casa.
-¿QUÉ?-grita
Le explico lo acontecido y dice que no me preocupe, que debió de ser imaginaciones mías y, no, no son imaginaciones mías... Pero aún así me aguantaré y me callaré. Dice que hablará con la policía, cosa que no me tranquiliza por que seguro que no lo hace .
***
Mih y yo estamos abrazados el uno al otro. No se por qué pero después de lo de esta mañana me siento muy cómodo en sus brazos. Aún así, me encuentro raro al recordar cuando me sentí un poco acosado por él . Tendré que borrar ese recuerdo de mí.
Me ha dicho que mi madre se ha ido a algún sitio y que estamos solos.
- ¿Dónde fuistes? - le digo.
- A comprar unas cosas para tu madre - dice sin vacilar ni un momento.
- Está bien - susurro con un suspiro.
No me lo creo pero tengo que hacerlo.
Entonces sin venir a cuento Mih me empieza a quitar la camiseta de pijama que llevo. Yo alzo las manos para facilitarle la tarea. Mi cuerpo actúa sólo.
- Cariño - susurra en mi oído.
Yo suelo un pequeño gemido al sentir su aliento en mi oído.
Cuando ya me la ha quitado la tira sobre la cama. Dejo mi cuerpo al descubierto. Sin secretos, para él.
Entonces se queda quiero observándome con ojos salvajes. De qué se está excitando y por alguna razón ti también lo estoy haciendo.
Poso mis manos en su estómago para empezar a desprenderle de su camiseta pero me sorprende el no sentir nada. ¿Qué me pasa?
Entonces se la quita él mismo y, apasionadamente, se lanza contra mi besándome. El beso cada vez aumenta más la intensidad y casi me hace daño. Por alguna razón me gusta esta sensación, me hace sentir deseado.
Baja a mi cuello y un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Pero me sorprendo a mi mismo cogiéndole los brazos, me escruta con la mirada, voraz, triste y algo de ira.
- Lo siento, es que...- ¿cómo sigo?
- cállate - me interrumpe.
Entonces se calla y mira hacia la ventana, sin camiseta.
El reflejo de sol le dibuja finas líneas plateadas en la piel desnuda, sí fuera Max parecería un ángel... NO. No puedo pensar en como sería Max. No está , me engañó...
- ¿Que te pasa Ras?
- Nada, sólo que no...
- Estas seguro - me interrumpe
- Si, eso - agacho la mirada.
Soy virgen y tengo miedo a lo que pueda pensar de mi. Además no estoy seguro de que sea a él a quien quiero entregarme por primera vez.
Me mira casi incrédulo y yo le miro frustrado. ¿Qué le pasa? ¿Pretende forzarme? Sí no quiero pues no quiero y se acabó la discusión. Suelta un suspiro y se dirige a la cocina.
¿Qué me ha ofendido tanto? Me estoy empezando a enfadar..
Cojo mi camiseta rápidamente y me la pongo. Salgo a correr a la cocina.
Se está llenando un vaso de agua y, en ese momento, lo agarro por la cintura y le doy un beso en la mejilla. Él sonríe atontado y me mira con unos ojos brillantes que me transmiten demasiada ternura. Le cojo de la mano, le quito el vaso que tiene en la otra y le acerco mi boca a la suya sin rozarla.
- Te quiero - le susurro
Él me besa de nuevo pero esta vez puedo sentir como las chispas saltan. Como se nota la tensión que hay entre nosotros.
Suena la puerta de la calle y salimos disparados a lados opuestos. Como sí fuéramos dos imanes de igual polaridad.
Mi madre me está escrutando con la mirada como sí sospechara algo pero con una gran sonrisa me abraza y me cuenta que ha estado ocupada. No averiguo lo que la tiene tan entretenida pero me doy por satisfecho.
- ¿Por qué no vais a la piscina? Hay una que la acaban de abrir por que hace mucha calor . Es de esas "provisionales"
Mih y yo nos miramos pensando en lo mismo. Es un buen plan.
Entonces Mih se va a su casa para coger su bañador y para ducharse.
Yo eligo un bañador blanco que me llega hasta las rodillas. Deja un poco de marca donde esta mi zona íntima así que me encanta. (Me gusta marcar)
Entiendo por la forma en la que me mira mi madre que ella también se viene. Por una parte me alivia, así tendré una excusa para que Mih no intente nada fuera de lo "normal"
Cuando todos llegamos al lugar donde de encuentra la piscina veo un rostro familiar. Un rostro que me aterra, me impone.

Max.

No Tengas MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora