VI.¿Que Haces Cuando Te Aburres?

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Max

Cuando salí por la puerta tuve ganas de gritarle al viento "Quiero quedarme" pero Ras no dijo nada por lo cual me hace pensar que tampoco ansiaba el que me quedase.

Hace un día de eso. Estoy en la cama, por la tarde, tumbado, pensando en el momento preciso cuando nuestros ojos se miraron y nos quedamos helados. En ese instante el tiempo se paró. Los engranajes de un mundo que funcionaba perfectamente se ralentizaron y el mundo se apagó. Solo existían mis ojos color carbón y sus ojos verdes. Pero me ví obligado a cortar ese momento por que mi piel pedía besarle. Cogerle de la cadera. Pegarlo a mi y no soltarlo. Abrazarle. Comer su cuello, sus labios y su cuerpo.

Necesito llamarlo pero no tengo su número. Bueno, puede que si, cuando se llamó a sí mismo con mi móvil.

Busco apresuradamente su número en "llamados recientemente" y busco un número que no conozca.

Creo que ya lo he encontrado: 666654258

Marco la tecla de volver a llamar y me pongo un auricular en la oreja derecha.

Se escucha un tono. Luego dos. Luego tres y lo cogen.

- ¿Diga? - Contesta Ras.

- Hola tonto. Me gustaría saber si hoy tienes.. - carraspeo - planes.

-Oh, claro que no ¿Por qué lo dices? - casi puedo percibir emoción en su voz- es mas, hoy estoy solo en casa. Mi madre llegará mañana alas seis de la tarde

Abro los ojos de par en par. Seria tan bonito poder pasar una noche solo abrazados...

- Me preguntaba si querías quedar en una hora junto a tu casa. Así podemos hablar y no se.. - me quedo en blanco.

- Sí, vale, genial. En una hora aquí. Adiós.

- Va... - ya ha colgado. Dejándome así con la palabra en la boca.

Voy corriendo y me vuelvo a duchar por segunda vez en este día.

Una vez duchado me seco con una toalla azul y me pongo unos calzones negros con las palabras Ven aquí. Grabadas en la zona del pene.

Luego me pongo unos pantalones largos blancos. Y una camiseta negra ajustada que marca mis pectorales y, al ser corta, deja ver mis biceps.

Estoy en el lugar de encuentro. Como es de esperar estoy muy nervioso. ¿Que pensará de mí? ¿Me verá con los mismos ojos que yo a él? Todo un mar de dudas crea un tsunami en mi interior acelerándome el pulso de manera incontrolable. Respiro hondo y, como una suave capa de algodón, una mano se apoya en mi hombre derecho. Me giro y veo a Ras.

Tiene una camiseta roja, corta como la mía. Es ajustada así que se le nota los pectorales. No están muy marcados pero se notan. (igual que los míos) y unos pantalones cortos vaqueros de color azul. Sus piernas están cubiertas por una muy fina capa de pelos muy cortos. Tremendamente sexy.

-Hola tonto- digo con una sonrisa curvada que sé que le gusta. (Lo deduje el día de la lluvia)

- Hola - Los ojos los tiene brillantes por que el sol se le refleja en sus pupilas verdes - ¿dónde vamos?

- No sé. Caminemos por ahí.

Él asiente y empezamos a camimar al norte.

- Bueno, cuéntame . ¿Cuándo te aburres que haces?

- Bueno, un poco de deporte. Veo la televisión.. No lo se - hace una mueca.

- ¿No es raro? - Digo sonriendo.

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