TUS BESOS EN MI PIEL - KOOKMIN

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Hoy era el día de mi cumpleaños y estaba muy feliz por eso, bueno no es como que digamos que cumples años todos los días y que además te dan regalos, estaba muy feliz porque mis padres me dijeron que me llevarían de compras, y cuando de eso se trata yo soy la persona mas feliz del mundo, pero eso implicaría no ver a kookie, espero y me llame por teléfono o me mande un mensaje.

Me levante de la cama, puse música de fondo para alegrar más mi día y me fui a bañar, hoy me quería ver bien mas de lo que me veo todos los días, así que me vestí con un pantalón negro pegado mis piernas y a mi grandioso trasero, una camisa negra sin abotonar los dos primeros botones, arriba de esta me coloque un suéter negro con detalles dorados, unos botines negros con algo de tacón y por ultimo una boina negra colocándomela de lado, rice un poco mi cabello haciendo que este salga de la boina y caiga por enfrente de mi rostro, me puse mi perfume favorito y me maquille naturalmente siempre haciendo resaltar mis ojos y mis labios, conforme con el resultado Sali muy feliz de mi habitación y baje, mis padre ya me estaban esperando abajo.

-Ay mi amor, pero que guapo te vez – me alago mi madre y yo me chivie.

-Claro amor, es mi hijo – dijo mi padre con aires de grandeza y mi madre lo miro feo.

-También es mío – contesto ella indignada

-Aaaa no podemos ir ya – les pregunte con una gran sonrisa en mi cara.

-Claro amor – me contesto mi madre, y los tres caminamos para la salida, subiéndonos al carro directo hacia mis compras impulsivas.

Ya casi eran las siete de la noche e íbamos rumbo para la casa, kook no me llamo en todo el día ni me mando mensaje, yo intente comunicarme con el pero nunca me respondió, espero no le allá pasado nada malo, talvez perdió su teléfono, o a lo mejor lo tiene apagado, o pueda ser que tubo algo importante que hacer y no reviso su teléfono, o no se acordó de mi cumpleaños.........

En el camino a casa solo me recargue en la ventana viendo lasa calles pasar y la ciudad anocheciendo, cuando llegamos mi padre estaciono el carro, bajamos las compras y no metimos a la casa, no las pude dejar en mi habitación porque mi madre enseguida me hizo dejarlas en la sala, la mire curioso y ella solamente me dijo que no me moviera, tomo mi brazo y vendo mis ojos, mis padres me tomaron uno de cada brazo caminando hacia no sé dónde, yo estaba entre emocionado y triste por no saber nada de kook.

Cuando me detuvieron ambos me soltaron, y luego después sentí una mano abrazando mi cintura por la espalda, y como alguien recargaba su barbilla en mi hombro, por instinto sonreí ya que el aroma agrio de menta con cigarrillos inundo mis fosas nasales – Feliz cumpleaños, algodoncito – susurro en mi odio dándome un beso en mi mejilla y quitando la venda de mis ojos, parpadee repentinas veces para tratar de enfocar mi vista, pero por lo ovio me percate que era el jardín de la mansión – ¡sorpresa! – dijeron todas las personas en ausonio, estaban mis padres, los padres de kook y su hermana con supongo eran sus amigas, mi mejor amigo, los amigos de kook, y mis compañeros de grado, no suelo ser muy cercano hacia ellos pero al menos soy cortes.

-Sorpresa, bebe – me dijo el aun en el ido con voz ronca, y yo me estremecí bajo su tacto.

-Aa maldito, te estuve marcando y no contestabas mis llamadas – solté indignado hacia él, pero con una sonrisa disimulada hacia los demás.

-Que acaso creíste que contrate a alguien para todo lo que tus preciosos ojos están viendo justo enfrente – me dijo también indignado y con un puchero en sus labios, que yo bese rápidamente sonriendo.

-En conténtame, ahora estoy enojado – le dije volteando a verlo y el aun con sus manos abrazando mi cintura.

-Que te parece si en la noche lo compensamos mm – me dijo casi en un susurro con su sonrisa ladina mordiéndose el labio.