sé que ahora es el mejor momento para hacerlo, pues cuanto más tiempo pase, más difícil se me hará apretar el gatillo. no obstante, lo que hace a continuación doyoung me deja anonadado.
sin darme cuenta, se ha hecho con un cuchillo y, en un rápido movimiento que he logrado esquivar a tiempo, ha tratado de hundirlo en mi pecho. le inmovilizo con rapidez, pegando su pecho a la encimera y retorciéndole el brazo con el que sujetaba el cubierto tras su espalda. me pego por completo a él, encerrándolo entre mi cuerpo y el mueble y pego mi boca a su oído.
―¿intentabas apuñalarme? ―inquiero con un la voz ronca y una mezcla de incredulidad, diversión y molestia, sobre todo esta última.
―¿no creías que me iba a rendir sin luchar, verdad? ―replica, sacudiéndose con fuerza para tratar de salir de mi agarre.
―pensé que lo tenías asumido ―le recuerdo, apretándome todavía más contra él y sintiendo cómo su voluminoso trasero se restriega contra mi entrepierna.
―que haya aceptado que alguien quiere verme muerto no quiere decir que no vaya a defenderme ―espeta, sacudiéndose todavía más, provocándome de sobre manera.
―no te resistas, doyoungie, es demasiado excitante ―hago notar lo que provoca en mí embistiendo sus nalgas con mi creciente erección sacándole un jadeo de sorpresa por su parte.
―entonces fóllame ―responde sin aliento, congelándome en mi sitio.
―¿qué? ―no puedo creer lo que acabo de oír, es simplemente imposible.
―hace siglos que no tengo un buen polvo, y algo me dice que tú me darás la mejor follada de mi vida ―debo admitir que ese comentario sube mi ego por las nubes. ―si voy a morir esta noche, quiero hacerlo satisfecho.
joder, doyoung no deja de sorprenderme y no puedo negar que no me han excitado sus palabras. no obstante, no sé si debería hacerle caso. ¿qué demonios pasa conmigo? ¿desde cuándo dejo que mi víctima me ningunee y consiga que le obedezca? pero, joder, doyoung es diferente a cualquiera de las demás.
es listo, divertido, inteligente y un luchador nato, por no decir lo increíblemente atractivo que es. si nos hubiéramos conocido en otro contexto, no habría dudado ni un segundo en llevarlo a la cama. pero esa no es mi misión, no me han pagado para acostarme con él, sino para quitarle la vida. ¿de verdad seré capaz de hacerlo?
―¿estás seguro? ―inquiero con la voz teñida de deseo.
―por favor, yong ―suplica entrecortadamente y haciendo movimientos circulares con su pelvis contra mi entrepierna. eso es todo lo que necesito para rendirme a él.
―voy a hacerte disfrutar como al que más, pequeño ―ronroneo en su oído mientras suelto mi agarre inmovilizador, liberándole.
doyoung aprovecha eso para incorporarse todo lo que mi cuerpo pegado al suyo le permite y ladea la cabeza en mi dirección. con su brazo derecho se engancha en mi nuca y me arrastra hacia él hasta que entiendo lo que quiere. junto mi boca con la suya en un beso apasionado, lujurioso y hambriento, gruñendo al sentir la humedad de su lengua batallando con la mía. un gemido agudo sale de entre sus labios cuando muerdo sus morros, provocando que mi nivel de excitación esté rozando las nubes.
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hitman
Fanfictionsolo es una víctima más. un joven del que desahacerse. un encargo que ha de cumplir. será fácil... ¿o puede que no?