Capítulo 3

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𝑀𝑒𝑔𝑎𝑛 𝐵𝑟𝑜𝑤𝑛

Me desperté con el molesto sonido de la alarma, aunque es sábado me gustaba levantarme temprano para poder desayunar tranquila, creo que no tuve muy en cuenta el hecho de que la noche anterior había tomado y dormido muy poco, eso complicaba mi objetivo de comer algo.
Vi como Pansy aún seguía acostada, me odiaría si la despertaba. Así que simplemente me levanté tratando de hacer el menor ruido posible y fui a tomar una ducha.
Me coloqué una ropa cómoda y un tanto abrigada, el frío en hogwarts estaba comenzando a llegar y se notaba.
El gran comedor estaba algo vacío, bueno era una de las pocas dementes que se despertaba un sábado a las 7 de la mañana solo para tener una comida en paz.
Memorize todo lo que tenía que terminar de hacer y estudiar, para poder ponerme al día con las pocas cosas que me quedaban. Siempre fui una de las mejores en todas las clases, digo una porque desgraciadamente, Draco, también es uno de los mejores y eso también fue tema de discusión para nosotros cuando éramos niños.

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Abrí uno de mis libros muggle favoritos, "Orgullo y prejuicio", mientras observaba el lago negro, era un lugar agradable para leer cuando no hacía mucho frío o no nevaba.
Sentí la brisa fría pegar en mis mejillas, las paginas casi se volteaban por si solas si yo no las tomaba de cada punta; muchos odian estar solos y disfrutar de su propia compañía, yo lo amaba, me sentía muy bien acompañada y podía aclarar mi mente cuando estaba abrumanda.
—¿Puedo sentarme?
Giré levemente mi cabeza viendo a Blaise detrás de mi.
Le regalé una sonrisa y asentí viendo cómo al instante tomaba asiento a mi lado y analizaba mi libro.
—¿Que lees?— preguntó curioso e interesado.
—Es un libro muggle, se llama orgullo y prejuicio. Tendrías que leerlo algún día— dejé a un lado el libro girando mi cuerpo para poder verlo de frente.
—Podría leerlo algún día contigo— ofreció acercándose un poco más.
Sonreí como boba mientras mi mirada bajaba a sus labios.
—Podríamos hacerlo.
Subí una de mis manos a su mejilla tímidamente y me pegué a él besándolo, era tan extraño que de un día a otro se estuviera transformando en algo tan común.
Blaise sujeto mi cabello e intensificó el beso, lo sentí sonreír antes de separarse rápidamente y plantar un corto beso en mis labios.
—Puedo acostumbrarme a esto— dijo riendo.
Yo también.
Fruncí el ceño ante un pensamiento que tuve...
—¿Qué somos ahora?— cuestioné un poco asustada por lo que fuese a responder. Sabía que estaba siendo algo apresurada, pero tenía que preguntar.
Hizo una mueca y un gesto con su mano, como si estuviese pensando. Algo que tomé con humor ya que enseguida se echó a reír.
Le di un leve golpe en el hombro, logrando que ahora si esté serio y pueda responderme correctamente.
—Meg—suspiró nerviosamente—¿quieres intentarlo?
Abrí mis ojos. ¿Si lo preguntó? ¡Si lo preguntó!
Asentí rápidamente, parecía desesperada pero no importó.
—Si.
Lo besé, claro que lo volví a besar. Era tan increíble que al fin pudiéramos animarnos a estar juntos, nuestros amigos estaban cansados de que no aceptáramos el hecho de que nos queríamos. Todos a excepción de el chico rubio con un mal humor constante, él solo nos miraba con muecas de asco o lo oía decirle a Blaise que no perdiera su tiempo conmigo. Aunque quisiera, él nunca podría quitarme de el grupo, a menos que él se vaya ¿por qué estaba hablando de él en un momento así?
Lo expulsé de mi mente y seguí besándolo, sonreí cuando con una mano comenzó a acariciar mi cintura, se me hacía tierno viniendo de él.
—¿Sabes que enloquecerán cuando les digamos no?— dijo con una sonrisa burlona, negué con mi cabeza también riendo.
Si que lo sabía.
Tenía una sonrisa de oreja a oreja cuando Blaise les contó a Pansy, Theo y Draco sobre lo nuestro. Estábamos en el gran comedor a punto de tener la primera comida luego de mi solitario desayuno.
—Era hora, maldita sea— gritó Pansy con una gran sonrisa.
Cosa que hizo que varios alumnos de hufflepuff nos miraran confundidos.
Blaise pasó uno de sus brazos sobre mis hombros y me atrajo a él, debía admitir que era algo incómodo comer así, pero podía hacer una pequeña excepción.
—Me alegro por ustedes, pero tampoco sean tan empalagosos. Es asqueroso— agregó Theo haciendo una mueca de asco y riendo.
Solté una carcajada y al mismo tiempo le mostré el dedo del medio, acto seguido el lo tomó y lo lamió. No mal entiendan, Theo era así y todos ya estábamos acostumbrados a eso.
—¡Que asco!— exclamé limpiando mi dedo con una servilleta de forma rápida.
—Te lo merecías.
Volteé mis ojos riendo.
La única persona que no había aportado nada en esta bella conversación fue Draco, y para mi parecer era algo raro que aún no hiciera algún comentario. Pareció ser que Blaise leyó mi mente y por eso tuvo la mala idea de hablar.
—¿Y tú Draco? ¿no nos vas a felicitar?
Draco elevó la vista hacia nosotros y nos miró varias veces detenidamente, una de sus cejas se levantó y esa molesta expresión apareció en su rostro.
—¿Por que te felicitaría? ni que estuvieras saliendo con alguien por lo cual tendrías que ser felicitado. Ella es una pérdida de tiempo— escupió mirándome con odio y volviendo su vista hacia su periódico.
Detestaba lo infantil que podía ser, pero lo peor de todo era que yo también lo era porque de no serlo dejaría todo ahí y no buscaría más problemas con él.
—Eres tan asqueroso y desagradable, no entiendo como aún no te quedas solo.
Lentamente su cabeza subió y noté como una sonrisa estaba dibujada en su rostro, el quería que yo respondiera.
—No estoy solo porque no quiero estarlo, de ser así ya no serían más amigos míos.
Mentira.
—La puerta está ahí para cuando quieras irte cariño, pronto mi amigo y todos se darán cuenta de lo zorra e ingenua que eres, y la que quedará sola serás tu— su voz se puso fría y dura, más de lo normal, su mirada había cambiado y puedo decir que había mas odio que antes en él.
—¡Es suficiente!— Blaise nos detuvo— nunca podemos estar tranquilos sin que uno de ustedes pelee. Y tu Draco realmente te pasaste esta vez, no quiero que vuelvas a hablar así de ella.
Mi pecho se encogió, estaba defendiéndome  y eso se sentía muy bien.
Estaban ambos enojados, por primera vez ambos estaban "discutiendo" si así se podía decir.
—No hace falta que digas más, no voy a pelear contigo por esta, no se ni cómo llamarla, nos veremos por ahí— finalizó dejándonos.
Solté un fuerte suspiro, sus palabras habían llegado a afectarme un poco, más que nada porque mis amigos y Blaise estaban presentes y me había dejado en ridículo. Nunca había usado esas palabras en mí, de cierto modo me sentí algo confundida y mal. Tenía ganas de pegarle, escupirle y decirle sus cosas, sabía que eso no iba a funcionar ya que Draco tiene sus formas y su fuerza, no me serviría de nada pelear con el de esa manera.
—Que intenso— Theo rio algo incómodo.
—Ya se le pasará, siempre esta enojado— ahora Pansy trató de quitar la tensión que había quedado en el ambiente.
Ya no tenía mucho más por hacer, tarea, estudio y hasta lecturas, todo lo había hecho. Todos habían desaparecido a hacer sus cosas y me habían dejado completamente sola, no solíamos vernos mucho los fines de semana en la mañana, más que nada se les ocurría alguna que otra cosa en la noche o cuando ya oscurecía.
Me dirigí a la torre de slytherin con la intención de tomar una larga siesta, parecía estar todo silencioso y tranquilo. Crucé toda la sala hasta llegar a las escaleras que separaba las habitaciones, cuando comencé a subir los escalones uno de mis pies quedó trabado con el inicio de otro, haciendo que casi cayera y me diera un buen golpe.
—Debes mirar por donde vas.
Esa voz, esa jodida voz.
Cuando logré estar con los dos pies en su lugar, me volteé lentamente viendo a Draco entrar por la puerta.
—¿Vas a seguir molestando o ya puedo ir a dormir?— traté de sonar lo más seca posible.
Soltó una risa irónica y me analizó de arriba a abajo.
—No te hagas la graciosa conmigo, no será nada bueno.
La que comenzó a reír irónicamente fui yo—No me preocupan tus amenazas baratas.
—Deberían, sé como hacer que te preocupen más.
Tras decir eso pasó por mi lado empujando mi hombro abruptamente, solté un quejido y giré a mirarlo.
—Estupido.
Había arruinado hasta mi maldita siesta.
Acomodé mi cabello tras mi espalda y un rato luego de que él subiera me dirigí a mi dormitorio.
En la tarde había tenido una conversación con Blaise sobre Draco y muchas cosas más, nos sinceramos sobre muchas cosas y entre ellas le confesé que aún era virgen, él pareció estar confundido ya que muchas veces había salido con algunos chicos en mi adolescencia pero siempre fue algo sin ninguna importancia para mi.
Para mi sorpresa él no era virgen, me había confesado que en una fiesta una chica se le acercó y no recuerda cómo pero termino en la cama con ella. No me molestaba en lo absoluto, eso fue hace tiempo y ahora estábamos juntos.
Me sentía preparada para estar con alguien, desde hacía tiempo pensaba en la idea de acostarme con algún estudiante, la intriga de saber que se sentía crecía en mi. Estaba preparada para hacerlo, y estaba segura que mi primera vez sería con él. Quería que sea él.

Obliviate| DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora