Draco
Podía sentir sus malditos labios sobre los míos, el olor de su piel, su tacto. Por Merlin, la odiaba, odiaba tener que frenarla así y odiaba tener que controlarme para no hacer cosas de las que seguro luego me arrepentiría.
Respiré profundamente, tenía una complicada situación allí abajo y peor aún en mi mente, no podía decirle todo lo que ocurría y todo lo que estaba sintiendo; ella no entendería nada y menos entendería el por qué de mi sorprendente interés en ella. Deseaba poder estar completamente sereno y poder pensar con claridad las cosas, ella jamás debía venir aquí, sabía que sería mi puta perdición. Sabía que arruinaría todo lo que tenía planeado.
Mi puerta sonó, no contesté para que no interrumpieran mis pensamientos. La servidumbre sabía cuando convenía hacer las cosas.
—¿Puedes abrir la maldita puerta?— oí su voz del otro lado de la puerta, su dulce e irritable voz. Me levanté de la cama y abrí de un tirón la puerta. Estaba asustada, más que nada por mi repentina acción.
—¿Qué quieres?
Parpadeó algo confundida—Pensaba en...¿quieres dar un paseo?— preguntó señalando la puerta de abajo, la que llevaba a un enorme y hermoso jardín.
Asentí indeciso, pero algo en mí se negó a decirle que no.
Avanzamos por los pasillos de la mansión, su silencio inundaba todo el lugar y mi mente era la única que hablaba. Se sentía molesto estar caminando de esta forma con ella, dado el hecho de que nosotros nunca estábamos en silencio cuando estábamos juntos, quise no volver esto costumbre, no me gustaba.
—¿Para que querías pasear conmigo?— cuestioné con un tono irritado, no quería estar aquí. Ella frenó en seco y cruzó sus ojos con los míos, sus preciosos ojos penetraron todo mi ser, quería tomarla ahí mismo y no dejarla ir jamás de mi lado, demostrarle que me pertenece.
—Quería compartir al menos un momento contigo sin discutir, si es que debo quedarme aquí unos días más, por lo menos tratemos de estar en paz— su voz y sus palabras se clavaron en mi mente, tenía razón, teníamos que dejar la guerra de lado por un par de días. Asenti sin mas y seguimos nuestro recorrido, le comente sobre la historia de los Malfoy y alguna que otra cosa sobre la mansion; ella parecia estar fascinada con absolutamente todo.Al terminar la cena yo subi a mi dormitorio y ella desaparecio tras la oscuridad del pasillo, eso de estar en paz venia bastante bien ya que luego del recorrido no volvimos a cruzar palabra en todo el maldito dia, no entendia por que necesitaba de su atencion, queria agradarle y disgustarle a la vez. Siendo honesto no entendia por que habia aceptado invitarla a mi hogar para estas fiestas, claro estaba que seria un gran error del que me arrepentiria luego. Mierda!
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Obliviate| DRACO MALFOY
Fanfiction¿Qué mal podría hacerle nuestro amor a Hogwarts? nos queríamos y eso era lo más importante. Quería estar con él hasta la muerte.