Narra Stiles
Tengo 6 meses de embarazo mi panza creció demasiado, mi esposo cree que me veo sexy pero se que no es verdad, nadie con un embarazo tan avanzado se ve realmente tan sexy.
Por eso hoy iremos a comprar ropa, él quiere que de verdad yo vea lo sexy que me puedo ver. Intenté ponerme algo lindo para salir, pero no me siento cómodo con nada, así que por probar me puse una camisa de mi esposo que me queda un poco grande pero me hace sentir muy cómodo, y unos Shorts de Maternidad que me hacen sentir en las nubes y unas crocs, mi esposo me está poniendo unas medias para luego ponerlas.
—Listo amor, ya podemos irnos.
Asiento, pero al verlo bien de pies a cabeza, me doy cuenta que el sigue con el traje puesto.
—Piensas ir así?
Él se mira y asiente.
—¿Cuál es el problema?
—Ninguno, ¿Pero te sientes cómodo con esa ropa?
—Si amor. mira para no ir tan formal, me quitó esto y ésto.
Se quitó la corbata y el saco y los dejo sobre uno de nuestros sofá.
—Bien, entonces vayámonos.
Con cuidado bajo las escaleras, ya que él intentó ayudarme pero le dije que me dejara que yo solo puedo.
Al bajar por completo las escaleras él me mira divertido porque me tardé demás, le doy un golpe por tonto.
Cuando llegamos al auto, ahí si ni me preguntó, de una me cargó y me sentó en el asiento del copiloto. Lo único que me permitió fue poner el sintieron de seguridad.
Ya en el camino no hablamos mucho, él estaba demasiado pensativo, cómo si quisiera decirme algo.
—¿Derek, estás bien?
Él me ve con una ceja alzada en una pregunta silenciosa de porque la pregunta.
—Te veo demasiado serio.
—Solo estoy demasiado cansado. Estos días me he dado a la tarea de acabar los planos dos semanas antes del parto para estar ahí contigo y no perderme el nacimiento de nuestro bebé.
—Yo te puedo ayudar, y antes que digas que no, sabes que no me gusta estar en casa sin hacer nada. Además así te relajas y no asustas a tu hijo con esa cara de lobo amargado.
El se empieza a reír, toma mi mano sin dejar de ver al frente, desde que le dije del embarazo es demasiado cuidadoso para todo lo que hace conmigo y junto a mí.
—Bien, me ayudarás pero solo desde las 12:00 p.m en adelante.
—Pero y en la mañana que voy a hacer?
—Te recuerdo que tienes que hacer ejercicios, y aunque yo no voy a perder hacerlos contigo, mi mamá y tú mamá si.
—No te había dicho de lo ejercicios porque no quería hacerlos. ¿Como sabes de eso?
—Erica fue muy amable al llamarme y recordarme ayer.
Hago mala cara. Erica es una traicionera.
—¿Por qué no quieres hacerlos?
—Quiero hacerlos contigo, pero sé que no puedes, entonces no los quiero hacer solo y obviamente no con nuestras mamá's.
—Okay, veré qué hago para que los hagamos juntos.
Acarició mi mano con mucha delicadeza.
Al llegar al centro comercial el me volvió a bajar del auto.