Mariposas En Plena Oscuridad.

Era Mejor Seguir Con La Desconfianza

*Necesito que estén muy atentas con este capítulo será importante más adelante.
Espero les guste.*

*Omnisciente*

El sábado llego y con ello la fiesta de Marie que sin duda alguna sería algo increíble, la casa tiene un hermoso patio trasero el cual es suficiente grande como para 30 personas más el resto de la casa. Unas horas antes había pasado ayudarles con los últimos detalles dejando todo listo para la noche.

Así que ahora se encontraba en casa de Marion bebiendo café que la mujer le ofreció cuando la vio llegar y dado que Brida tenía días que no la veía aceptó gustosa.

El invierno se sentía en cada brisa y rayo del sol, en los últimos días Brida ha estado usando la ropa abrigada que compró meses atrás, luciendo cada prenda con total agrado.

—Ese corte y color de cabello se te ven muy bien, Brida.

Marion la observa, dedicándole una mirada dulce y profunda.

—Gracias...

Se corto el cabello hasta la altura de del cuello y aclaro un poco, con ese nuevo look se siente muy bien.

Sebastián se quedó varios segundos mirándola cuando llegó a casa, una hermosa mujer es lo que sus ojos veían. Alguien astuta, testaruda, atrevida increíblemente hermosa.

—Hace unos días tuve un sueño y Sebastián y tú estaban allí. —menciona Marion con la vista perdida en la taza de café, sus labios se fruncen un poco en una señal de disgusto y su cabeza se mueve como si estuviese negando algo en su mente—. Había alguien más, sólo que nunca he visto a esa mujer...

—¿Mujer?

—Si, en mi sueño también había una mujer muy hermosa de cabello rubio y mayor, aunque no tanto como yo. Ella permanecía en medio de ustedes dos. Pero no deberías hacerme caso a lo que te estoy diciendo.

—No. Siga contándome acerca de ese sueño. —pide Brida interesada.

—En la entrada de tu casa estaban Sebastián, esa mujer y tú, sólo que en tus manos llevabas una maleta, algo había pasado y debías irte. Es insignificante, querida.

¿Una mujer rubia?

La única mujer mayor pero que no aparenta la edad que tiene es su abuela Verónica. Sin embargo, Marion no la conoce, ¿o sí?

—¿Conoces a mi abuela?

—No, no creo haberla visto.

Brida se queda por un momento pensativa, quizá y ese sueño no es de importancia.

—No me hagas caso, a lo mejor esa mujer en el sueño venía de visita...

Responde Marion con voz dulce, en un intento de calmar la intranquilidad que Brida refleja en su rostro.

—Si...

***

Después de pasar un rato con Marion Brida regresó a la casa, aprovechando el tiempo de sobra para poner a lavar la ropa y limpiar un poco.

Sebastián le escribió un par de veces antes de meterse de lleno en el trabajo preguntando por su día, a lo que ella feliz de tener su atención respondió con alegría.

Brida: Te extraño, Sebas.

Sebastián: Pronto no tendré que seguir viajando, Mariposita. Yo sé que soy imposible de olvidar...
Brida: Cuidadito con alguna arquitecta que te guiñe el ojo.
Sebastián: Cuidadito tú con el pesado de Iam...