Mariposas En Plena Oscuridad.

Prólogo

— ¿Qué te ha pasado? -trato de tomar sus manos, pero las aleja rápidamente. Me sorprende ese gesto, jamás lo había hecho.

Ahora si me vas a escuchar.

—Te he dicho que ahora no quiero hablar, por favor.

Mis ojos por poco y se salen (exagerada como siempre), sin embargo, así lo siento cuando lo observó  fijamente y en su mirada no hay cáliz, es más, su mirada luce más oscura de lo normal.

—¿Qué diablos te pasa? ¿A caso te las fumado tierna, o qué?. Sabes que puedes hablar conmigo, Sebas...

Mis palabras se ven interrumpidas ante el brusco movimiento que realiza, retrocedo para sólo quedar acorralada entre el sillón detrás de mí y él.

Sus manos se posicionan a ambos lados de mis caderas acercándome a su cuerpo, siento su respiración agitada y su piel fría, no hay calidez. Un escalofrío me recorre el cuerpo en cuanto sus manos hacen presión en mis caderas.

—Ya que estas tan interesada en saber que es lo que me sucede, te haré una pregunta y responderás con la verdad, ¿Brida cómo haces para mentir tan bien?

¿Qué?

Si definitivamente este viene drogado o algo parecido.

—¿De qué estás hablando?

Demandó más confundida que antes. Intento empujarlo para que se aleje, pero me es imposible.

Algo no está bien.

Los latidos se mi corazón casi los siento en mis oídos de lo rápido que late.

—Parece ser que después  de todo Verónica tenía razón cuando me dijo en una de sus llamadas, que aparentas tener sentimientos pero no los tienes, aparentas ser una mujer inocente, sin embargo, eso es solo una máscara para ocultar lo venenosa que eres...

¿Qué si me dolió?

Si, si,si y si.

Cada una de esas palabras las estoy sintiendo como puñaladas en la mente y corazón. Escucharlo hablar de esa forma esta creando un cúmulo de sensaciones dentro de mí y ninguna es agradable.

Sin poder evitarlo las lágrimas escapan de mis ojos unas tras otra.