Mariposas En Plena Oscuridad.

FRUTO PROHIBIDO

Pues... he actualizado dejando la dinámica por un momento. sin embargo, para el próximo capítulo será mediante la dinámica.

Este capítulo cuenta con 136VOTOS viejos (ojo con esto) y 8COMENTARIOS. Lo siguiente es: 64VOTOS NUEVOS y 97COMNETARIOS NUEVOS, para el próximo.

"Brida"

Es viernes no hay mucho que hacer por lo que al abrir mis ojos me quedo unos minutos demás en la cama repasando todo lo que ha sucedido, quisiera decir que todo sigue igual que los juegos de miradas siguen, que las vergüenzas siguen teniendo cavidad, pero no. Me he alejado un poco más de casa para así no tener que ver a Sebastián, la universidad se ha vuelto más estresante de lo que parecía. Todo se ha juntado en un minúsculo tiempo.

Las veces que hemos salido son únicamente para hacer las compras, y no hablamos casi nada, es como si ambos quisiéramos estar alejados y en cierta forma una parte de mi lo agradece mientras que la otra se retuerce con furia. Ambos dejamos reventar la bomba y ahora estamos "Sálvese quien pueda"

vivir con un hombre no es fácil, el muy pendejo deja sus desastres en la cocina o algunas cosas regadas y todo con la intención de hacerme estallar en busca de alguna reacción de mi parte. Sebastián tiene una personalidad que, si te pones a analizarla bien, te deja entre la espada y la pared: puede estar contento por un momento, pero en menos de dos segundos ya está con un humor de perro.

-AHHHHHHH...

Dejo salir un grito de frustración el cual es silenciado por la almohada. Todo es una locura...

Ya lista salgo de la habitación. En el living solo se escucha el eco del grifo sobre el lavaplatos de la cocina lo que me indica que él ya se encuentra allí y lo mas probable es que el desayuno este listo, pase a que después de realizarlo deja un buen desastre en la cocina su comida es muy buena.

-¿Te has caído de la cama?

Es lo primero que digo al ingresar a la cocina.

-Buenos días, algo así. -contesta, sereno dándose la vuelta para dejar un par de tortitas sobre un plato que está lleno de otras.

-Ummmmm...

Camino hasta uno de los cajones donde están las tazas de café tomando una, me sirvo un poco, antes de alejarme doy una rápida mirada a su cuerpo viste sencillamente monos de ejercicio y una sudadera, sus pies van descalzos, por unos segundos aspiro y el olor a jabón de baño con una leve fragancia a menta me hace cerrar los ojos, el condenado huele rico...

-¿huelo feo?

Pego un brinco que por poco me hace soltar la taza de café al escucharle, se ha girado quedando justo frente de mí... la forma en la que en la que me contempla y la vergüenza de ser pillada no hace más que acelerarme el corazón.

-¿Oler feo?

Cuestiono con otra pregunta, alejándome su mirada me sigue y en sus labios se dibuja una sonrisa un tanto extraña.

-Si, parecías muy concentrada aspirando el aire detrás de mí, Brida.

Apaga la estufa y se acerca al mesón de granito dejando la última tortitas sobre el plato.

-L-a-s -t-o-r-t-i-t-a-s... huelen rico. -Y tú también... Ja. Ni loca digo eso último en voz alta. El parece quedar conforme con mi repuesta antes de girarse sonríe con dulzura y murmura:

-Tú también hueles rico Brida.

¿QUÉ?

-¿Qué has dicho?