Lucifer tiene un Nombre

7

Ashton:

—Dame tu teléfono. —Me ordena Conrad una vez que llegamos al edificio del departamento que ocupo.

No he bajado del coche y le ha pedido al conductor que espere.

Conrad vuelve a mover la mano frente a mi, insistiendo.

Saco el móvil de mi bolsillo y se lo entrego, lo coge entre manos y me percato del numero que esta escribiendo, se llama así mismo y registra mi nombre tanto en su móvil como en el mío.

Me muestra la pantalla y me lo regresa. —Contesta cada vez que te llamo.

—Lo hare.

El suspira con la mirada en frente, bajo del coche y me percato que el vehiculó no se ha movido después de dar unos cuantos pasos, así que me giro golpeando la ventana, Conrad la abre y tiene una mano en la sien, mostrando su irritación.

—¿Quieres pasar?

Se lo piensa, lo noto.

—Tal vez otro día.

Sonrio dejando escapar un suspiro. —Como quieras.

Me meto en mi edificio y no es hasta que cruzo la recepción, cuando recién el coche parte.

(***)

Tomo el baño matutino, enjuagando con bastante agua mi cabello lleno de shampu, cierro el grifo y salgo de la ducha en cuanto mi teléfono comienza a sonar, corro descalza hasta llegar a mi habitación y contesto la llamada.

—Matt..

—Wooo. —Se sorprende al oírme. —¿Estas practicando deporte?

—Acabo de salir de la ducha.

Se ríe.

—Entiendo ..¿Cómo te va, Ash? —Escucho ruidos al otro lado. 

—¡Señor, señor!—Lo llaman.

—Mierda.

—¿Me llamas de la estación?

—Aquí hay mucho trabajo, ya lo sabes. Mierda, déjalo ahí, lo veré enseguida... —Le dice a alguien. —Me acaba de llegar un caso nuevo, debo..

—Lo se y me va bien, gracias por preguntar.

—¿El trabajo si ha sido lo que esperas?

—Estoy cantando, desde ahí ya esta bien.

—No te conformes con poco.

—Jamás.

Nos reímos.

—Espero ir a verte pronto.

Trago saliva.—Ven cuando quieras, aquí te esperare.

Se ríe.—Te quiero.

—Yo más. —Le respondo y cuelga la llamada.

(***)

El jefe me arroja el pago sobre la mesa, me acerco a tomarlo y abro el sobre contando todo mientras repara mi atuendo.

Desde que me instale no han sido más que incomodas miradas del vejestorio y mientras siga así, estaremos bien.

—Bonito vestido, le gustara a los hombres de esta noche. —Me responde quitándose el cigarro de la boca. —Desde que llegaste tenemos mas clientela y ya no solo maricas.

Se burla y vuelve a probar del cigarro.

—Sigue vistiéndote así. —Me señala. —Lo estas haciendo bien y ganarías más si cierras un contrato conmigo.

—No planeo quedarme mucho tiempo. —Me guardo el sobre en los pechos.

—Lastima, sin embargo espero que sea mucho.. —Me come los ojos y siento repulsión.

Salgo de su oficina y camino en dirección al escenario, me cruzo con mis hermanas, quienes van hacia el camerino.

—El escenario es tuyo, bebé. —Me gritan.

Trixie se detiene. —¿Todo bien, amor? —Observa la oficina de la que salí. —¿Ese viejo verde otra vez? Voy a..

—Trixie. —Sonrio.

Me observa con una ceja alzada.

—Esta bien, desearía que tuviéramos otro jefe, no uno que solo nos ve como su puto negocio y unas maquinas de sacar dinero.

—Como cualquier jefe.

—Y eso no quita que sea un homofóbico de mierda.—Resopla.—Somos artista, pero esta bien, se que es el precio, cariño y me iría si hubiera algún lugar para mi.—Se pone las manos a la altura del pechos y los aprieta.—No todos los bares están preparados para esta belleza. 

Sonrio. —Debo ir al escenario..

—Da todo de ti.

—Lo hare.

Camino de largo y su voz me detiene cuando chasquea los dientes.

—Olvide decir..

Me vuelvo hacia ella, Trixie esta sonriendo.

—Tu ardiente hombre ha venido a verte. —Me lanza otra sonrisa antes de irse.

Subo los escalones que me llevan al escenario, sujeto el micrófono que me extienden y cuando las cortinas se abren, en efecto esta aquí y no evito sonreírle durante mi espectáculo.