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Conrad:

Permanezco en silencio al pie de la puerta de la habitación mientras la enfermera atiende a mi padre, el hombre no se mueve, pero necesita los cuidados aun en su lecho de muerte.

Necesito fumar un cigarrillo.

—Señor.—Me llama Alex desde el pasillo y le doy una ultima mirada a mi padre antes de salir de la habitación.

Cruzo la puerta que me deja en el pasillo y recibo el folder que solicite, Alex no dice nada y comienzo a hojear cada pagina, la rabia sube rápidamente por mi organismo.

—Considero que irse de vacaciones no ha sido lo correcto, señor.

Lo miro y se calla.

—¿Cuándo a.. ?

¿Cuántas más empresas me han abandonado mientras estuve ausente?

Mis dientes chasquean viendo las cifras, la cantidad es mayor a la ultima vez que vi.

—No se mantuvo en contacto y aunque pude concretar una cita con ellos para un arreglo, usted no..

—Te dije que perdí mi teléfono ¿No se los hiciste saber?

—No quieren excusas.

Cierro la carpeta.

—Bien, ellos pierden, yo sigo ganando.—Escupo furioso.—No saben lo que están haciendo, no encontraran a otro como yo.

Alex escoge callar.

—Y lo segundo que te pedí.

—Ya esta proceso.—Me responde.—Sin embargo creo que debo dar mi opinión sobre...

—¿Sobre que...?

—El descuido que realiza con la señorita Casablancas.—Responde enseguida.—Temo que desde que la frecuenta, usted esta muy distraídos.

—No te pago para que opines sobre mis encuentros amorosos.—Hablo claro.—Haz lo que te digo y a los que se quedan con nosotros, avisases que subí mi tarifa.

—¿Qué?—Los ojos se le abren.

—Quiero 15% más.

—Pero seño..

—Haz lo que te digo .—Ordeno.—Y consígueme lo que te pedí, es una orden, Alex.



Ashton:

—¿Ash?—Matt luce asombrado de verme en su puerta de su departamento.

—Hola.—Saludo y me rodea con ambos brazos atrayéndome contra su pecho.

Sus brazos son fuertes y los ojos se me cierran sintiendo su calor, Matt se aparta de mi y pone los ojos en el interior del departamento, captando las cajas.

—Oh... ¿Ya empezaste la mudanza?

Me aparto de el y camino hacia el centro de su sala, ojeando cada caja y su contenido, Matt llega y lo cierra.

—Apenas empiezo.

Me vuelvo hacia a el.

—Tengo más cosas adentro ¿Te quedaras a ayu...

Pero ya me estoy doblando las mangas de mi suéter y me sujeto el cabello en un moño alto, coloco los mechones detrás de mi oreja y alzo las cejas en su dirección.

Matt ríe.

—Pero hey, no tengo todo sucio.

—Te conozco, Matt.

El rueda los ojos y dejo queme guie hasta las habitaciones.



(***)


Recibo los tacos que pidió Matt por delivery y le pago al repartidor, cierro la puerta y lo llamo a gritos.

—¡Ya llegaron!

—¡Ya voy!

Escucho que algo se cae, tengo la suciedad  hasta los codos y Matt esta igual.

—¿Estas bien?

—Si, solo...—Aparece por el pasillo limpiándose las manos.—Se cayó una lampara.

—Genial, menos equipaje.—Me encojo los hombros y el niega.

Me quito el suéter y me quedo con la camiseta debajo, el hace lo mismo y limpio mis manos antes de abrir el paquete con los tacos adentro, Matt saca los platos y sirve de la jarra el agua de horchata en dos vasos altos.

Se sienta frente a mi en la mesa que aun no empacamos y reparto los tacos, le doy el primer mordisco a uno y la carne me obliga a morder dos pedazos más llenándome la boca.

Matt niega.—No cambias.

—¿Eso es bueno?—Pregunto luego de tragármelo.

—Lo es.

Respiro profundo.—El día que te vas cocinare.

—Si sobre eso.

Alzo las cejas.

—¿Ya me tienes una respuesta?—Pregunta esperanzado y lleva su mano a la mía.—¿Ya decidiste si vendrás conmigo a Guadalajara, Ash?




(***)


De camino a casa le compro sus croquetas a Rachet y compro algo ligero para la cena, tengo el estomago lleno y por mucha comida que me entre, siento que hoy estoy satisfecha.

Pago en el minimarket y abro la cerveza que también compre, mi nariz se arruga cuando lo pruebo e inicio mi camino al departamento.

Extraño a mis hermanas.

Y el jefe no quiere saber nada de mi

Tomo otro sorbo y en mi ruta reconozco la figura del hombre que llena mi cabeza.

Me mira de pies a cabeza y luego observa la cerveza en mi mano.—¿Dónde estabas?

—Con Matt.

Los celos se desbordan de su rostro desencajado.

Me rio.

—¿Te parece divertido?

Si.

—¿Te gusta verme celoso?

—Si.—Admito y suspiro.—No es nada de lo que crees, va a mudarse y lo ayudaba.

—¿No existen tipos de la mudanza para eso?

Me rio.

—Ashton.—Viene hacia mi y le rodeo el cuello con los brazos, parándolo.

—Solo me gustas tú.—Sonrio.

Debería acabar esto e irme con Matt, pero el...

—Vamos adentro, no te quiero ebria mañana.

—Solo es una latita.—Le prometo.—¿Y por qué no? Soy una mujer desempleada.

—Ya no, Ashton.

Arqueo una ceja.

—Un productor quiere oírte cantar.—Las palabras me despiertan.— Así que será mejor que le digas adiós al alcohol esta noche y te metas dentro de una cama, joder.

No puede ser...

Lucifer tiene un NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora