Donghyuck solo daba vueltas y vueltas bajo las sábanas, tratando con todas sus fuerzas de que su imaginación se calme y sus malos pensamientos se callen de una vez por todas.
El cuarto se encontraba totalmente oscuro, las cortinas se movían gracias al viento que entraba desde la ventana, podía oírlo silvar incluso, atormentándolo aún más; el único atismo de luz ingresaba por debajo de la puerta, venía del pasillo supuso.
Sus amigos aún seguían en la sala, oía algunas risas muy características, y algún que otro ruido sordo.Extrañaba su cama; echaba de menos su luz de noche, ni hablar de su pequeño osito, y hasta su chupón.
Tenía ambos en su mochila, los había escondido bajo su pijama y algunas tonterías más que trajo. Bien sabía que no podría usarlo, no se arriesgaría a qué alguien más lo descubra, pero aún así tenerlos cerca le generaba una calma inexplicable. Calma que ahora mismo le estaría haciendo falta.Pasaron una par de minutos más en los que intentó pensar cosas bonitas, o al menos no tan desagradables, para poder dormir. Pero ellos estaba allí, no lo dejaban en paz, lo perseguían a donde quiera que vaya, y cada que tenían oportunidad lo atacaban.
El miedo, la ansiedad, el estrés, los pensamientos despectivos hacía si mismo atacaban cada que veían oportunidad, cada que él se encontraba solo y vulnerable.Justo como ahora.
Suspiró con pesadez y volvió a acurrucarse sobre si mismo, como desde el primer momento.
Comenzó a contar ovejas, usualmente las personas hacian eso para dormirse, a él nunca le funcionó, pero ante situaciones desesperadas medidas desesperadas.Una oveja, dos ovejas, tres ovejas.
Acerco su mano hasta sus labios, apenas rozando.
Cuatro ovejas, cinco ovejas, seis ovejas.
Comenzó a morder sus uñas. Estaba ansioso.
Siete, ocho, nueve, diez, once...
Bien, si ponía un dedo en su boquita quizás podría engañar a su cerebro y distraerlo de la ansiedad con aquella acción infantil. Nadie lo vería, ¿No?
Doce, trece, catorce, quience. Mierda.
No estaba funcionando, su cerebro seguiría igual de activo incluso llegando a contar hasta mil.Resopló frustrado aún con el dígito entre sus labios, mordisqueando despacito en busca de liberar algo de frustración.
Debían ser las 3:30am aproximadamente, llevaba más de dos horas girando sobre las sábanas con aroma a Sungchan. Sonrió ante le idea de terminar oliendo como el castaño más alto.Su cuerpo se tensó por completo al oir pasos acercarse hasta el cuarto. Cerró los ojos y se maldijo a si mismo cuando olvidó que aún mantenía un dedo en su boca, pero era tarde, quien quiera que iba a ingresar al cuarto ya lo había hecho.
Relajó su respiración y simuló dormir; el contrario apenas y hacía ruido, pero Donghyuck pudo distinguir algunas cosas. Estaba seguro de que era Sungchan, pues lo había escuchado acercarse al armario más cercano a su cama. El castaño menor se vistió con su pijama, supuso, y también conectó su teléfono en el enchufe junto a la cama de Shotaro. Finalmente se recostó en la cama contraria.Había algo extraño, si era Sungchan quien se encontraba acostado en la cama frente a la suya ¿Dónde estaba Shotaro? ¿Se habia equivocado? Quizás era el japonés quien había ingresado ¿Habrá visto el dedo en su boca? Ohh Donghyuck realmente esperaba que fuese Sungchan quien se encontrase en el cuarto. Le daba vergüenza por igual, pero el castaño lo había visto en medio de un ataque de pánico y más tarde con un chupón en su boca, o sea no podría ser peor... Esperaba que no fuese peor.
Como sea, Donghyuck decidió esperar por un rato haciéndose el dormido, para luego revisar de forma disimulada quien era la silueta que ocupaba la cama contraria. Cuando finalmente creyó que era correcto, comenzó a sentarse de forma cuidadosa y mierda... La cama había crujido, llamando la atención de la otra persona.
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Little Hyuckie // NCT
Fanfiction"Está bien sentirse pequeñito a veces" 🍼 Little space 🧸 NCT OT23 🍭 En pausa, lo siento.